Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.comEn el Sudamericano de 1953, Paraguay consiguió ante Brasil el primer trofeo de los dos que ostenta hasta la actualidad. El experimentado zaguero Manuel Gavilán se encargó de poner el segundo en el Nacional de Lima para ir sellando el título continental.

 

A fines de los cuarenta e inicios de los cincuenta, Paraguay fue tomando protagonismo en el fútbol de esta parte del continente. Basta decir que en tres Sudamericanos -Ecuador 1947, Brasil 1949 y Perú 1953-, el elenco guaraní llegó a finales consecutivas. La más dolorosa: ante Brasil, en 1949, cayó por 7-0. Sin embargo, la revancha llegaría cuatro años más tarde.

La siguiente competición más importante al Mundial era la Copa América organizada en Perú. Paraguay llegaba con un plantel casi renovado respecto al del Mundial. Una de las pocas figuras que quedaba era Manuel Gavilán, jugador de Libertad y uno de los más experimentados -32 años-. El delantero ya había participado de Brasil 1950, siendo titular en ambos partidos.

Manuel Gavilán -abuelo de Celso Ayala- debutó en 1945 con camiseta albirroja, iniciando un periplo exitoso con su selección que culminó el 21 de marzo de 1954 en el Maracaná, por las Clasificatorias para Suiza 1954. En total jugó en 38 ocasiones con Paraguay. Además, formó parte del Libertad (base del equipo guaraní por aquellos años), que fue elegido gracias a aquella gloriosa generación como el mejor equipo del Siglo XX en tierra guaraní.

Minuto 17

Selección paraguaya que se consagró en el Sudamericano de 1953, disputado en Lima. Manuel Gavilán es el cuarto de los parados (Foto: futbolnostalgia.com)La final del Sudamericano 1953 se jugó en el recién inaugurado estadio Nacional de Lima. Con un aforo casi lleno -alrededor de 45,000 espectadores- y el arbitraje de Charles Dean de Inglaterra, se dio inicio al partido. Rápidamente, Paraguay salió a hostigar a Brasil y a exasperar los ánimos de sus principales figuras en ataque como Julinho, Didí y Baltazar. 

A los 17’, cuando el partido ya iba 1-0, Manuel Gavilán tomó el balón cerca del círculo central, avanzó unos cuantos pasos, se perfiló y sacó un tremendo disparo desde casi cuarenta metros. El balón terminó colándose en el ángulo superior del arco defendido por Castilho. Paraguay era una fiesta y la alegría se instalaba en Lima, más aún con el tercer tanto guaraní que llegó en las postrimerías de la primera fracción.

En la segunda mitad, Alfredo 'Zezé' Moreira realizó algunas modificaciones y la máquina de fútbol brasileña comenzó a operar. A falta de 25 minutos para que finalice el partido, Brasil ya había descontado en dos ocasiones. Un gol más bastaba para transformar la angustia paraguaya en tristeza. Sin embargo, el cuadro de Manuel Fleitas defendía con el cuchillo entre los dientes. Ya no existían los delanteros y volantes. Era una defensa a ultranza. Finalmente, el inglés Charles Dean pitó y, con el 3-2 final, la euforia se desató en Lima y Asunción.

Uno de los héroes de aquella campaña, Manuel Gavilán, pasó a ser un ícono de la historia de la seleción paraguaya. El único tanto que hizo con su país fue precisamene en aquella final ante Brasil. Falleció un 8 de marzo de 2010, pasando a la eternidad con innumerables homenajes encima, muchos por pertenecer a aquel equipo denominado como "Campeones de Lima".

Composición Fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com

Foto: futbolnostalgia.com 

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