Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comCutervo quedará en la historia de Alianza Lima como el lugar al que tuvo que viajar para comenzar a sacudirse de algunos de sus traumas. Con serenidad y confianza, los íntimos saldaron la expedición con el resultado que necesitaban: el 0-0 ante Comerciantes que aseguró el Apertura, la final y la esperanza de acabar en diciembre con la racha sin títulos nacionales.

    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Las postales a futuro mostrarán el imponente Ilucán y debajo de él tribunas llenas, mucho sol y alegría, alegría a raudales. Globos blancos y azules, mucha gente y jugadores con polos color entero: decoración a la medida para un marco que, a la postre, contará la historia de un Alianza Lima campeón de torneo corto luego de tres temporadas y de un Apertura después de once. Todo en una plaza tan hermosa como usualmente difícil.

Sin embargo, las fotos, mudas, no contarán bastante de lo que en realidad ocurrió en una cancha que asistió a un partido flojo. Cerrado y tácticamente poco interesante, aun cuando los técnicos de ambos equipos persiguieron propósitos marcadamente definidos. Del lado de Comerciantes Unidos, darle una despedida digna a Oscar Ibáñez a través de la repitencia constante de centros al área en procura de algún cazabolas que cerrara guarismos. Y del lado de Alianza, sin mayores preámbulos, campeonar.

La entremezcla regaló un trámite soso y sin mayores momentos, irónicamente, registrables en fotografías. Lo más destacado fue el duelo por derecha sostenido entre Ángel Pérez, esta vez ubicado en su demarcación natural de lateral, y Alexis Cossío, superado en la mayoría de divididas. Fueron tales los apremios del lateral izquierdo aliancista que con frecuencia debió apoyarlo el volante que corriera por su sector: empezó por allí Luis Aguiar y acabó trocando de lado con él Alejandro Hohberg, quien por eso fue también a la marca del que resulta ser el jugador de mejor crecimiento individual en filas de Comerciantes en lo que va del año.

Ángel Pérez -en la escena con Alejandro Hohberg y Alexis Cossío- fue el jugador más aplicado en un partido poco agradable. (Foto: Mauro Delgado / DeChalaca.com) 

Sin embargo, los centros del generoso Pérez o de Flavio Gómez, quien también corrió bastante por ese lado, encontraron un destino común y poco funcional a sus intereses: las manos de Leao Butrón. Pero no necesariamente porque el portero íntimo haya debido exigirse como en otros partidos de este torneo, con voladas espectaculares: simplemente porque la carga de las 'Águilas' en el área traía consigo poco volumen. Renatto Chira, ubicado como único punta, no solo tuvo una actuación floja y visiblemente condicionada por hechos extradeportivos previos al partido -un grupo de ronderos campesinos lo acusa de haberlo descubierto en plena noche de diversión entresemana-, sino que el partido no se ajustó a sus características. Él va al ras del suelo, y sin un volante detrás -tanto Gómez como Jeremías Bogado jugaron abiertos a los lados- fue poco lo que pudo hacer para cargar contra el siempre seguro Butrón.

De esa manera, si bien Alianza fue dominado no tuvo problemas realmente cuantiosos para sacar adelante el resultado que requería. Máxime cuando la pantalla paralela acompañaba un trámite igualmente enmarañado en Bellavista, con UTC incapaz de vulnerar el arco de Alianza Atlético una sola de las muchas veces que necesitaba para amenazar la posición íntima en la cima de la tabla. De allí que las figuras de Rinaldo Cruzado y Luis Ramírez se hayan tornado especialmente importantes en un partido así: gente de peso que soportó 90 minutos pensando en que el reloj corra para asegurar un objetivo, sin necesidad de lujos que complicaran un destino al que inexorablemente, sabían ellos, iba a llegarse.

Entre eso y el poco atrevimiento de Comerciantes por trastocar un colectivo que le había funcionado para dominar -Ibáñez no se animó a ejecutar cambios, otra postal de su despedida-, se extinguió un partido con final anunciado. El de la Plaza de Armas de la apacible Cutervo tomada por la algarabía blanquiazul, indiscutible allí fuera del campo y también dentro de él. Pues los 30 puntos alcanzados por los íntimos (equivalentes a las dos terceras partes de los disputados en el Apertura) habrían sido inalcanzables por cualquier rival aun sin restas de puntos de por medio, de acuerdo con los resultados de la discreta simultaneidad vivida este domingo 13.

Pablo Bengoechea y Leao Butrón en un abrazo victorioso. Alegría del pueblo aliancista en el Juan Maldonado Gamarra. (Foto: Mauro Delgado / DeChalaca.com) 

Por eso, el abrazo entre Pablo Bengoechea y Butrón, de todas las postales la que mejor resume las columnas vertebrales de este primer paso aliancista, denota dos mensajes fundamentales. Uno, la serenidad: la convicción en el conocimiento de un libreto y sobre todo de un entorno, para no desesperarse con presiones ni complicarse con riesgos en circunstancias -como en esta última parada en Cutervo- en las que no era imprescindible correrlos. Y segundo, la confianza: la que reposa en saber que para consumar el sueño de diciembre era un objetivo previo imprescindible tomar esta foto en agosto, y que haberlo alcanzado es mucho más que un check en Foursquare o un dedito arriba en el post de rigor.

Las Fotos

Los Goles

No hubo.

Fotos: Mauro Delgado / DeChalaca.com


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La ficha del Comerciantes 0 - Alianza Lima 0

CHALACAS DE VISTA: ¿Cuánto influye el formato de torneo en las posibilidades de éxito íntimo en diciembre?

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