Melgar - DIM: Reino sin rey
El proyecto Melgar de Juan Reynoso no logra destacar en el nivel internacional. DIM economizó recursos y solo necesitó 5 minutos y una defensa confiada para voltear el partido y ganar 1-2 de la mano de Juan Fernando Quintero. Los rojinegros ya no dependen de sí mismos en las dos fechas que les restan en Libertadores.
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Diego Rodríguez | @diroda86 Redactor |
En Arequipa se volvió a escribir un capítulo más del golpeado fútbol peruano. Ese que se resiste a despegarse de la categoría drama al punto que ni siquiera consigue hacerlo de la mano de un estilo como el de Juan Reynoso. A ese experto en mantener el resultado le voltearon el partido, en su casa y en la cara de todos, en apenas dos pestañeadas o cinco minutos.
En el Monumental Virgen de Chapi, a una hora más idónea que contra Emelec -pero igual sin el marco ideal que amerita su condición de equipo más fuerte fuera de Lima en lo que va de la década-, el 'Dominó' dispuso un 4-3-3 diseñado para buscar espacios frente al muro del 'Poderoso de la Montaña'. Pero Omar Fernández y Wilmer Aguirre se caracterizan más por su verticalidad, algo imposible de plasmar ante una defensa cerrada y que le cedió la posesión. Emanuel Herrera, marcado por los dos centrales rivales, tampoco encontraba respiro.
Dawhling Leudo, una vez más para Reynoso era un volante adicional, y mandaba centros interesantes para que Herrera se las buscara, Fernández también generaba constantemente centros desde su banda, mientras del lado opuesto Juan Fernando Quintero, ex Porto y peligroso en la ida, probó a Patricio Álvarez tres veces de lejos con su técnica; el joven arquero respondió atento.
Pese a ello, ocasiones y dominio tuvo Melgar ante horrores primariosos del veterano David González; una que Herrera erró sin marca, y otra más trágica de Fernández en la que el colombiano hizo la difícil y falló. Pero a despecho de los errores, se le concedió una vida más al cuadro rojinegro. En un despeje inverso del más peligroso del DIM, Quintero, Herrera quedó habilitado pues el pase fue rival. El argentino la jaló con derecha y la acomodó con izquierda. El pedacito de Arequipa que estuvo en el estadio era una fiesta, pero el problema llegó después.
Luis Zubeldía, como buen argentino, entendió rápido que su compatriota Valentin Viola sufría más que los veintiún jugadores restantes en la altura mistiana. Por tanto, le hizo el relevo por Juan Fernando Caicedo. Ello arrastró marcas en un Melgar que cuando empezaba a arrancar el autobús para hacerlo entrar, se encontró con un DIM arriesgado a subir a alargar el equipo. Y merced a ello, Marlon Piedrahíta, lateral derecho como Leudo, impuso volumen en ofensiva y subió para empatar apenas en la siguiente jugada, con un vistoso disparo cruzado desde fuera del área que resultó imposible para Álvarez.
Con la actitud del Palmeiras o del Deportes Iquique para voltear partidos, ajena al gen nacional, Quintero, 2 minutos después y conocedor que el fútbol da revanchas en el corto plazo, tomó la lanza y con el pasillo libre -pues Ánderson Santamaría se fue con Caicedo, y también los ojos de Carlos Ascues-, lo dejaron patear una vez más y ya más cerca. La colocó pegada al palo, en acción imposible para Álvarez y que vuelve casi imposible también la clasificación rojinegra, tras apenas haberse sumado tres puntos en cuatro partidos.
Melgar decepcionó una vez más. Carlos Ascues fue reubicado como central y quedó perdido en tres de los cuatro goles del DIM contando los de la ida; arriba -más peligroso, ciertamente-, tuvo una en los descuentos para empatar incluso. Fernández destaca cuando asiste pero decepciona cuando remata, y Emanuel Herrera cumple con tres goles pero más no puede hacer. Reynoso planteó mal el sistema ofensivo al ir con Aguirre desde el arranque ante una defensa que esperó y retrocedió con el gol, pero solo para tomar impulso. Ese que catapulta al 'Poderoso de la Montaña' más cerca de una cima lejana hasta para el más encumbrado volcán.
Fotos: AFP
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