Cristal 1988: Entre cervezas y cigarrillos
A puertas de un nuevo enfrentamiento entre Cristal y Alianza, vale recordar que alguna vez uno de los más grandes ídolos íntimos se puso la celeste. Fue nadie menos que César Cueto, quien en 1988 reforzó al cuadro rimense y lo condujo hacia la conquista de la Copa Marlboro, en Estados Unidos.
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En agosto de 1988, César Cueto se encontraba alejado de las canchas tras una lesión contraída jugando por Alianza Lima en aquel equipo que se formó luego de la tragedia. Tras su recuperación y estando como jugador libre, aceptó la invitación de su amigo Miguel Company para formar parte del equipo de Sporting Cristal que participaría en la Copa Marlboro en Nueva York.
La copa se desarrollaría a modo de campeonato relámpago, en menos de una semana. Era la cuarta Copa Marlboro que se jugaba ese año -las otras se disputaron en Miami, San Antonio y Los Angeles–, y tenía otros tres participantes. Uno era el subcampeón de la Copa de Campeones de Europa, el Benfica de Portugal, que contaba con Mozer, Miguel Veloso y Mats Magnusson como sus principales estrellas; el Barcelona de Guayaquil, campeón ecuatoriano de 1987, y el Nacional de Medellín de René Higuita, Leonel Alvarez y John Jairo Tréllez.
¿Fútbol o football?
Una cancha sintética en la que no se distinguían los límites (el estadio de los Giants servía, ante todo, para fútbol americano), que de manera bizarra estaban marcados con lineas rojas, ponía el toque hilarante del torneo. En el primer partido a los rimenses les tocaba enfrentar al Benfica, mientras que el Barcelona de Guayaquil hacía lo mismo contra el Nacional. El cartel lusitano presagiaba una derrota cervecera, aquella tarde sería una de esas en que los poetas se inspiran.
Los primeros minutos fueron un vendaval de los portugueses que permitieron a Jesús Purizaga lucir su apelativo de 'Gato'. Un tiro libre sin barrera –una especie de penal de larga distancia, otra de las cosas raras de este torneo- del mundialista brasileño Mozer permitió a los rojos abrir la cuenta. Pero los rimenses se supieron recuperar y antes de finalizar el primer tiempo, un pase de Cueto en profundidad a su tocayo César Loyola dejó a este a tiro de gol, oportunidad que no fue desperdiciada por el moreno delantero para señalar el empate.
La agilidad de Purizaga, los desbordes de Percy Olivares, la entrega de Jorge Arteaga, el talento de Francesco Manassero, la velocidad de Loyola y sobre todo la magia de Cueto hicieron que las acciones fueran equilibradas en el segundo tiempo. El partido tuvo que recurrir a los penales para definir al ganador, y la rueda fue certera para casi todos. Mats Magnusson (goleador del equipo portugués) debía disparar el útimo tiro ante Purizaga. El disparo fue hacia la izquierda del arquero, quien con una nueva felina estirada atajó el disparo para segundos después salir corriendo a celebrar como si se tratara de la Copa del Mundo. Un equipo peruano había vencido al poderoso Benfica.
Seco y volteado
La final contra Barcelona -que le había ganado también por penales al otro favorito, Nacional- fue un monólogo celeste. Empezó con una jugada casi de fulbito, en la que Manassero encontró la defensa ecuatoriana abierta totalmente para cederle el balón a Loyola que se internaba. Este corrió unos pocos metros y tiró al marco de Carlos Morales para anotar el primero de los del Rímac.
En el segundo tiempo vendrían el segundo y tercer gol. Primero anotó Hurtado, y luego nuevamente Loyola tras pase del 'Tuta' Rehder, a su particular estilo –aprovechar su velocidad, correr y patear-. La goleada la cerró justamente Rehder con un soberbio tiro de larga distancia. El pueblo peruano no gozó del triunfo en directo; la transmisión de Panamericana Televisión recién llegó con la caída del sol. Sin embargo, algún canal en comptencia por sitonía se atrevió a dar el resultado del partido con un mensaje en la pantalla antes de la transmisión supuestamente “en vivo” del canal 5.
La llegada del equipo del Rímac fue esperada por sus hinchas, quienes en el aeropuerto pedían la contratación de Cueto para el campeonato que ya se jugaba. Pero el 'Poeta' no se quedó puesto que, al llegar a Lima, Miguel Company presentó su renuncia a la dirección técnica del cuadro de La Florida por desavenencias con algunos jugadores, principalmente con Julio César Antón. El 'Poeta' señaló a la prensa que solo se quedaría en Cristal si Company permanecía en el equipo, y por ello decidió desvincularse del equipo para al año siguiente retornar a Alianza Lima, donde acabaría su carrera.
La Copa Marlboro otorgó después de algún tiempo un título -aunque sin valor oficial- al fútbol peruano. Un título en el ocaso de una brillante generación de la cual César Cueto formaba parte, y que para Cristal significó el gusto de ver a un ídolo no solo aliancista, sino de todo el fútbol peruano, alzar una Copa con sus colores en el pecho.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
Fotos: revista El Gráfico Perú
Video: YouTube / Usuario: pepes317
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Si mal no recuerdo, Rehder llegó a jugar en el Zaragoza de España.
Si hoy tuvieramos 1/2 Cueto , 1/2 Uribe , 1/2 Velásquez , 1/2 Cubillas , 1/2 Barbadillo , 1/2 Chumpitaz clasificamos al mundial de Sudáfrica.
Grande mi Sporting Cristal.
En Colombia es considerado uno de los mejores jugadores de la historia del Atlético Nacional de MedellÃn, un Ãdolo, asà como también lo es en el América de Cali: jugador histórico e Ãdolo.
No sé de jugador del que pueda decirse lo mismo: Ãdolo en dos clubes grandes de un mismo paÃs extranjero.
Ese año, 88 sino me equivoco, el mismo Cueto le hizo un golazo de tiro libre (tipo corner corto) al gato Purizaga, arco sur del estadio nacional. TenÃa 8 años lo và y grite desde tribuna sur.
Decir Cueto es decir Alianza, igual que decir Cubillas es decir Alianza.
Gracias por existir Genio!