Gran parte de ella. En Ucrania, el cuadro blanquinegro que vistió de guinda dejó escapar una opción inmejorable -la mejor en su grupo- de pasar a octavos de final, y fue de forma trágica: cayó 6-0 ante el Dynamo de Kiev, que ya estaba eliminado antes de jugar la última fecha.
Jair Villanueva | @Jair_Villanueva
Editor

En su décima octava participación en la Copa de Europa, Besiktas tenía la opción de romper una pésima racha: la de nunca haber clasificado entre los 16 mejores en la cancha. En las temporadas 1958/59 y 1986/87, el cuadro turco pasó a la entonces primera ronda tras los retiros de Olympiacos y APOEL Nicosia, respectivamente, debido a temas políticos.

Por ende, el equipo dirigido por Şenol Güneş tuvo una chance histórica para ubicarse por primera vez en su historia en octavos de final de la Champions League. Visitó en Ucrania a un eliminado -y sin chances siquiera de clasificar a la Europa League- Dynamo de Kiev, y con el sustento anímico de haber levantado un 0-3 en casa ante Benfica para continuar con la primera opción de clasificar.

¿Por qué primera opción? Pues porque Nápoli y Benfica, con 8 puntos cada uno, iban supuestamente a eliminarse entre sí, mientras que Besiktas tenía por delante el duelo más manejable. Al final, en el grupo con más atractivo debido a la incertidumbre que generó saber qué clubes iban a clasificar, todo se definió en apenas 45 minutos, con 4 goles del equipo ucraniano a un desconocido Besiktas.

El paraguayo Derlis González marcó uno de los goles de Dynamo Kyiv. (Foto: AFP) 

En esta ocasión, no apareció un penal caído del cielo ni una tijera de una inspiración individual; mucho menos Ricardo Quaresma con alguna genialidad -fue reemplazado a los 70'-. No hubo reacción de parte del Besiktas, que cayó 6-0 en Kiev y quedó con dos hombres menos, debido a las expulsiones de Vincent Aboubakar y Andreas Beck.

No hay un solo culpable en las 'Águilas Negras' de una eliminación tan vergonzosa: ni Gunes, ni Quaresma, ni Aboubakar ni Beck. Hay una responsabilidad colectiva de un equipo que no reaccionó por sí mismo en Turquía ante Benfica, y mucho menos en Ucrania ante el Dynamo de Kiev. Al final, solo le queda lamentarse como lo hizo su arquero Fabri al final del encuentro.

Orejona a la Música

COLCHÓN CARO. El Atlético llegó a Münich con la tranquilidad de que incluso en la derrota podía quedarse con el primer lugar del Grupo D. ¿Quién habría pensado en esa opción hace cuatro temporadas? Es un mérito inmenso de Diego Pablo Simeone, líder del proyecto colchonero, haber enseñoreado al club en Europa. Sin embargo, aunque no parezca así, el Atlético ya dejó de ser aquel equipo con menos recursos que el resto. De hecho, ha gastado alrededor de 80 millones de euros, 10 más que su rival Bayern Münich. Pero aún así, tiene tan solo 7 goles marcados.

Lucas Pérez anotó un hattrick en la goleada 1-4 de Arsenal sobre Basel. (Foto: AFP) 

LUCAS, ¡CUÁNTAS HAS METIDO! Arsene Wenger pudo haber encontrado al competidor ideal para Olivier Giroud en Basilea. El hat-trick del coruñés Lucas Pérez le dio el liderazgo del Grupo A al Arsenal tras golear 1-4 al FC Basel. El ex Deportivo La Coruña se lució en su estreno goleador con los gunners en la Champions League.

MANTUVO SU LUGAR. Manchester City no iba a moverse del segundo lugar del Grupo B; por ende, salió con suplentes al Etihad Stadium para enfrentar al Celtic. El equipo alemán también tenía asegurado un lugar: el que clasifica a la Europa League. Finalmente, el once dirigido por Guardiola pudo acabar de mala forma su trayecto en la fase de grupos, pues el inglés Patrick Roberts adelantó el marcador para los escoceses apenas a los 4 minutos de empezado el encuentro. Sin embargo, apareció el nigeriano Kelechi Iheanacho de inmediato para, al menos, el City asegurara sumar.

Fotos: AFP


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