Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comSe cumplen noventa años del gol que Alberto Montellanos le anotó al ‘Divino’ Ricardo Zamora, un tanto que durante décadas fue parte de las leyendas del fútbol peruano.

 

Roberto Gando | @Roberto_Gando
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El valor de los hechos cambia con el tiempo, y durante las primeras décadas del siglo pasado perder no significaba necesariamente una derrota, al menos no dentro de la connotación que se le da ahora. Bajo esa idea es que se puede entender por qué un gol convertido en un partido perdido pudo trascender en el recuerdo por tanto tiempo.

Empresa de experiencia

El encuentro en mención se disputó el lunes 30 de agosto de 1926 en el Stadium Nacional. Aquel día, los equipos que se enfrentaron fueron Alianza Lima y el Espanyol de Barcelona, cuadro catalán que se presentó por primera vez en suelo peruano y que llegó precedido por la gran reputación de su arquero, a quien se lo conocía como ‘El Divino’.

La mayor referencia que por entonces se tenía de Ricardo Zamora era su presencia en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, año en el que obtuvo la medalla de plata con la selección de España. A partir de ello y de sus logros en el fútbol español se generó una fama que cruzó el Atlántico, la cual le sirvió a su equipo para concretar una gira por Sudamérica.

El saludo entre los arqueros y capitanes Eugenio Segalá y Ricardo Zamora (Recorte: diario La Crónica)

Antes de arribar a Perú, el Espanyol disputó doce encuentros tanto en Argentina como en Uruguay y Chile, países todos en los que Zamora ratificó sus condiciones bajo los palos. A Lima los catalanes llegaron por barco y con cuatro días de anticipación, bajo el auspicio de Jack Gubbins -el mismo empresario que en 1933 organizó el Combinado del Pacífico-. Compartieron presencia con la delegación del Progresista de Buenos Aires, club que por entonces también estaba de gira en la capital.

Su rival, Alianza, presentó un once integrado únicamente por jugadores de sus filas, sin sumar refuerzos -como se acostumbraba en la época al enfrentar a conjuntos que se estimaban en un nivel superior-. Así, a la cancha salieron Eugenio Segalá, Juan Rostaing, Alberto Soria, Julio Quintana, José ‘Patuto’ Arana, Domingo García, José María Lavalle, Alberto Montellanos, Guillermo Rivero, Juan Carranza y Jorge Koochoi.

Los jugadores de ambos equipos confraternizando en una foto para el recuerdo (Recorte: diario La Crónica)

Cabe anotar que en 1926 los íntimos aún no contaban con Alejandro Villanueva, la máxima figura de su historia. 'Manguera’ aún actuaba por el Teniente Ruiz, que esa temporada -por única vez- jugó en la máxima categoría de la Liga de Lima.

Disparidad rival

El partido comenzó a las 15:36 y las primeras acciones se dieron sobre campo del Espanyol. La mayor novedad fue un remate de Koochoi que exigió en su intervención a Zamora; pero conforme pasó el tiempo se notó una gran diferencia entre uno y otro equipo: pesó la experiencia de los españoles para disputar y ganar la posesión del balón. Fruto de esos choques fue que tanto Rostaing como Rivero tuvieron que salir del campo para ser atendidos, pues ambos quedaron lesionados.

El salto de Alberto Montellanos y Ricardo Zamora en busca del balón (Recorte: diario La Crónica)

Así transcurrió el juego hasta los 36 minutos, momento en el que un córner a favor de Alianza acabó en gol. El saque fue de Domingo García y fue a parar en los pies de Carranza, quien se anticipó al corte del half Desiderio Esparza y le entregó el balón a Montellanos; este, luego de contener con el hombro la marca del central Ricardo Saprissa, sacó un disparo esquinado con el que abrió el marcador.

La expresión de júbilo en las tribunas se transformó en un gesto habitual de la época al celebrar las grandes conquistas: se agitaron pañuelos blancos en señal de reconocimiento. Con los años, aquel tanto se evocó como uno de gran valor, a veces exagerando o variando un poco las circunstancias que lo rodearon -se llegó a decir incluso que Zamora le regaló sus guantes al delantero-, pero casi siempre dejando de lado lo que pasó después.

Uno de los goles del Espanyol en su triunfo sobre Alianza Lima (Recorte: diario El Comercio)

Y lo que después pasó fue que el Espanyol volteó la cuenta. El empate llegó cuando faltaba un minuto para acabar el primer tiempo, y lo anotó Crescente Olariaga con remate de lejos. Ya en la etapa final, el dominio de la visita se hizo notorio con cada nueva aparición de Segalá para despejar el peligro, aunque a los 79 minutos el golero aliancista no pudo hacer más ante una definición de Teodoro Mauri.

El último gol llegó a los 89 minutos y su autor fue nuevamente Mauri, quien liquidó las acciones pateando de larga distancia. El 1-3 fue inobjetable, aunque la respuesta de Alianza en la cancha se tomó como positiva en los medios, más aun considerando que luego el club catalán se fue invicto de Lima y que el único otro equipo que le anotó fue el Progresista de Argentina.

Desde entonces la leyenda del ‘Divino’ Zamora se hizo tan grande en el mundo como la del gol que le marcó el también conocido como el ‘Hombre Culebra’, a quien la muerte sorprendió en 1955, pero cuyo testimonio en una entrevista al diario La Prensa unos años antes, permite resumir lo que pasó en una simple frase que el golero español le dijo luego que venció su valla: ¡Así se marcan goles!

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios La Crónica y El Comercio


Comentarios ( 1)add
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escrito por Julio Cesar , September 01, 2016
Excelente artículo, como siempre. Mucho se habló de este gol; amigos de mas de 60 años me contaban sobre lo que habían leído, aunque muchos datos estaban tergiversados por el tiempo y la memoria; en otros libros y artículos sobre partidos legendarios, estaban tergiversados. Se decía que Montellanos le quitó el invicto a Zamora; que el Espanyol estaba invicto sin perder; que Zamora estaba invicto y etc. Siempre se habló del gol pero no contaban que Alianza pierde el partido; el Espanyol pierde varios partidos en Argentina, Uruguay y Chile; a Zamora ya lo habían vencido varias veces, pues en los doce partidos antes de llegar al Peru le hicieron goles en 9 encuentros. Quizá el mas famoso es contra Peñarol, que le gana 1-0 con gol de José Piendibene, autor del primer gol de la Copa America. Cuentan que por haber hecho el gol le regalaron un chalet a Piendibene, y después Montellanos estuvo reclamando para que le dieran uno también. Después de Alianza, el Espanyol le gana al Progresista 3-1, y 4-0 a un Combinado Chalaco. Ahora la pregunta del millón: ¿de quién fue el gol del Progresista? Ya lo cuenta Nicomedes Santa Cruz en su décima Alianza Lima:

La centra Kochooi Sarmiento,
Neyra pasa a Montellanos y
Zamora ve como sus manos aprisionan el viento
Golazo de monumento al son de la marinera.

Gracias por su atención.
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