Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comLos partidos de fútbol duran 90 minutos, pero en el registro de los clásicos aún se considera como válido uno que duró apenas treinta. Fue en 1951, cuando Alianza Lima y Universitario formaron parte de un cuadrangular amistoso que se jugó un día jueves en el estadio Nacional.

 

Roberto Gando | @Roberto_Gando
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Mientras en DeChalaca buscábamos qué hacer el día del clásico, nos topamos con un registro que hasta ahora había pasado desapercibido en nuestro archivo. Nos fijamos cuántos se habían jugado un día jueves en el estadio Nacional, tal como el partido que los compadres juegan en la fecha 25 del Torneo Clausura, y encontramos que había uno que no encajaba en nuestro criterio.

De entre los cinco encuentros que jugaron en 1951 -tres amistosos y dos por el campeonato oficial-, el disputado el 30 de agosto solo duró un atípico tiempo de treinta minutos. Y he aquí nuestra interrogante: ¿cómo considerar en el historial este partido comparado con todos los otros que duraron 90 minutos?

A beneficio del mariscal

Aquel día, Alianza Lima y Universitario aceptaron formar parte de una jornada benéfica en favor del Mariscal Sucre, club que organizó un cuadrangular amistoso que completó Sport Boys. Como aliciente por jugar el torneo, se puso en disputa un trofeo donado por la directiva sucrense, la que así pretendió asegurar un buen rédito económico con la taquilla.
Carlos Cárdenas, presidente de Mariscal Sucre, sostiene junto a su vicepresidente el trofeo que se puso en disputa y que acabó ganando Universitario (Recorte: diario La Crónica)
Al determinar las Bases a emplear en el cuadrangular, se dispuso que cada juego tuviera una duración de dos tiempos de quince minutos cada uno, jugando cada equipo un total de tres partidos. Para determinar al campeón, se decidió usar el sistema de puntajes que regía en el campeonato regular, con dos por el triunfo y uno por el empate, valiendo la cantidad de goles anotados para romper la paridad en caso de igualdad en la tabla.

Los seis choques se efectuaron bajo la modalidad de los torneos Relámpagos que desde los años cuarenta se solían jugar en el Perú, donde su mayor atractivo consistía en ver a los mejores jugadores del medio con una jornada continua de fútbol hasta determinar al ganador en un solo día.

Paridad con ventajas

La primera llave -que comenzó a las 13:00 horas- tuvo a Alianza venciendo 1-0 al Sucre, mientras que Universitario empató 2-2 con Boys; luego se dieron treinta minutos de descanso en los que se vio a los cuadros infantiles de Municipal y la ‘U’, dando paso en seguida a la siguiente ronda, en la que el anfitrión se desquitó ganando 1-0 a los rosados. Ya con el reloj marcando las 15:30, el esperado clásico dio inicio a un encuentro lleno de goles.
Jorge 'Campolo' Alcalde carga sobre Teódulo Legario, el arquero de Alianza que actuó durante el empate entre los compadres (Recorte: diario La Crónica)
Todo comenzó a favor del cuadro crema, que apenas a los tres minutos tuvo un penal tras falta de Mario Lobatón sobre Alberto Terry. El mismo ‘Toto’ se encargó de cobrar el tiro para poner en ventaja a su equipo, aunque a los diez minutos Emilio Salinas empató al vencer al golero Juan Busanich.

Al llegar a la segunda etapa, Dante Rovay volvió a poner adelante a los de Odriozola, pero el ‘Feo’ Salinas se hizo presente una vez más al sellar el 2-2 con el que acabó el duelo. Tras un nuevo descanso de media hora, la última serie culminó con el empate a un tanto entre Sucre y Universitario, mientras que en el cierre Boys venció 2-0 a Alianza. Con esos resultados los cuatro clubes sumaron tres unidades, pero la ‘U’ se impuso sobre el resto y se llevó la copa al haber marcado cinco goles, uno más que los chalacos.

En su justa medida

La clasificación que por esa época se le daba a esa clase de campeonatos variaba, llegando incluso al punto de ser considerados como de entrenamiento, pues la duración de cada partido dependía de la cantidad de equipos que participaban. Aquel clásico del jueves 30 de agosto de 1951 no escapa a ese criterio, pues resalta como uno de los varios ejemplos que hay entre la historia de los compadres.

En total, el registro indica que hasta cinco de ellos se disputaron en los llamados Relámpagos, los mismos que entran a tallar en un régimen distinto, incluso del de los torneos amistosos que por la misma época se jugaban bajo el nombre de Apertura pero cuyos choques duraban 90 minutos. Al final, ya depende del criterio que cada uno quiera manejar para equiparar o separar a esos encuentros que se definían por cuartos de hora.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica


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