Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl Paris Saint Germain es el supremo dominador de la Ligue 1, una tendencia que se mantiene hasta ahora, con diferencias de escándalo sobre sus escoltas. ¿Cuál es la fórmula táctica del cuadro parisino para la enorme diferencia?

 

¿El Paris Saint Germain edición 2015/2016 marcará un hito en la historia del fútbol francés? Las fechas siguen transcurriendo y el gigante de la capital francesa sigue derrotando a sus rivales de la Ligue 1 con una facilidad asombrosa. Algo que le ha permitido sacar una ventaja de veintiún puntos, ¡sí, veintiún puntos! frente al segundo clasificado, el Mónaco.

La ventaja económica, propiciada por la inyección multimillonaria de los jeques árabes, le permitió al equipo parisino sacar una importante ventaja competitiva en lo referido a jugadores; pero más allá de eso, las decisiones técnicas han sido acertadas y han permitido que el equipo crezca no necesariamente por la influencia del dinero.

Luego de temporadas desastrosas como las que se vivieron en tienda parisina durante el 2004 y el 2007, ya era hora que el equipo de la Torre Eiffel vuelva a poner su nombre en lo más alto del fútbol galo, y para eso ha sido importante la influencia de los dos entrenadores que ha tenido la institución desde la llegada de QSI (Qatar Sports Investments): Carlo Ancelotti y Laurent Blanc.

El cambio

Ancelotti llegó al PSG y plasmó un cambio en el club. (Foto: AP) 

Pasaron dieciocho temporadas para que el Paris Saint Germain, de la mano de Carlo Ancelotti, vuelva a ser campeón de Le Championnat. El equipo parisino, dos veces campeón hasta la llegada del técnico italiano, sufrió más de la cuenta para volver al podio del fútbol galo, y tuvo que llegar la multimillonaria QSI comandada por Nasser Al-Khelaifi para inyectar una importante suma económica y devolver, a los asistentes al Parc des Princes, una sonrisa que ya no era parte de sus vidas futbolísticas.

Desde la llegada de Nasser Al-Khelaïfi todo ha sido color de rosa para los parisinos, quienes han dominado el fútbol francés sin mayores inconvenientes sobre la base de una plantilla llena de lujos y de jugadores de primera talla mundial. Pero sin duda que la primera gran decisión de la dirigencia de Les Parisiens fue la contratación del próximo entrenador del Bayern Múnich.

El popular ‘Carletto’, con su popular táctica del árbol de navidad (4-3-2-1), supo iniciar un camino de éxitos para el equipo que venía de ser una simple sombra de la Ligue 1 en la que dominaba el Olympique Lyon comandada por un extraordinario Juninho Pernambucano. Ancelotti, como él mismo detalla, se adaptó a las exigencias de un jeque que –por la cantidad de dinero apostada en el club– buscó, como es obvio, resultados por sobre todas las cosas; y el italiano, acostumbrado a la adaptabilidad de un camaleón, emprendió su vida en un vestuario en el que supo manejar los egos y confirmar que el PSG tenía algo más que dinero: una idea de juego.

Lavezzi ganó terreno con Ancelotti. (Foto: AFP) 

La idea de juego no era similar a la que vemos hoy en día. En primer lugar, ‘Carletto’ presentó un juego más directo sin mucho esplendor en el medio del campo y buscando potenciar constantemente los extremos, que en aquel entonces eran Lucas Moura y Ezequiel Lavezzi -ambos siguen en el club, pero han sido relegados a la banca de suplentes-, fortaleciendo el trabajo ofensivo que ya realizaba un Zlatan Ibrahimovic, quien ya se convirtió en el goleador histórico del equipo a expensas de Pedro Pauleta.

El desempeño de estos futbolistas se realizó en una disposición de 4-3-2-1 con Lucas, 'Ibra' y Lavezzi en el ataque; mientras que Verrati, junto a Pastore y Matuidi, comandó el medio del campo. La defensa -una línea de cuatro terrenal y corriente- tuvo a Jallet y Maxwell, quienes apoyaron en ataque constantemente y permitieron una mayor fluidez a la hora de generar profundidad. Así, Ancelotti fortaleció a un equipo que necesitaba algo más que dinero e hizo que el público empiece a creer en el proyecto multimillonario, que parece bien encaminado hacia la consagración -tarde o temprano- de una Champions League.

La mano de Laurent

Con la llegada de Blanc, el PSG mutó y se convirtió en un equipo más posicional de lo que era con Ancelotti. El medio del campo empezó a tener un papel trascendental y la propuesta tuvo un agregado en términos ofensivos.

Blanc estableció un 4-3-3 insuperable en Francia. (Foto: AP) 

Hoy en día ya se juega la tercera temporada de Laurent Blanc al mando del conjunto parisino y la evolución observada en el último campeón francés es la esperada por hinchas y dirigentes: el técnico francés le ha dado una disciplina táctica al cuadro de Ibrahimovic y compañía, que le permite soñar con competir con los equipos más grandes de Europa.

¿Cómo se argumenta el éxito del exjugador de la selección francesa? En primer lugar, su juego se sienta sobre la base del juego de posición que tantos frutos ha dado a grandes equipos en el último lustro. Blanc ha sabido adaptar las características de sus jugadores a las necesidades de sus planteamientos para poder llevarse sus dos primeras Ligue 1 de manera consecutiva y estar muy cerca de conseguir la tercera, de manera brillante, y sin mayores problemas con respecto a sus rivales más competitivos.

En segundo lugar, la disciplina que implanta en su plantilla ha permitido que sus jugadores se muestren comprometidos con los objetivos institucionales y puedan encontrar su mejor rendimiento para conseguir los resultados. A inicios del 2015, el popular ‘Le President’ señaló –como escribió Jaime Fadasme para el portal web Vavel– que las indisciplinas terminarán en el equipo y que los trabajos rigurosos se mantendrán semana a semana. Ya ha pasado un año desde aquella ocasión y la palabra de Blanc se mantiene firme con sus ideales: el PSG se encuentra mejor que nunca.

La llegada de Di María fue crucial en el PSG. (Foto: AP) 

Como tercer y último punto, no queda duda de que la llegada de Ángel Di María ha revolucionado la plantilla y le ha dado un salto de calidad más amplio del que ya tenía con la estrella sueca. El rosarino le ha dado versatilidad a los de Blanc de tres cuartos de cancha hacia delante, sin limitarse al trabajo de banda y aportando por la medular, algo que ya se había visto en el Real Madrid de Carlo Ancelotti. También en la medular, se puede afirmar que el mediocampo parisino muestra grandes recursos con buen pie: Thiago Motta, Marco Verrati y Blaise Matuidi le dan fluidez al equipo como mostraron en aquella buena presentación que tuvieron en octubre en el Santiago Bernabéu, correspondiente a la Champions.

Para el inicio del 2016, el 4-3-3 ya es una realidad en el PSG y, como se mencionó a lo largo del texto, se argumenta en el buen trabajo con el balón de la medular parisina; al mismo tiempo, apuntala la versatilidad de Ángel Di María para potenciar a un Ibrahimovic que ya es ídolo en la capital francesa. Los laterales siguen brindando la profundidad necesaria mediante la amplitud y el equipo cada vez carbura mejor.

El gran reto será seguir aumentando el rendimiento para que el PSG sea lo suficientemente poderoso ante el gran objetivos: la UEFA Champions League. ¿Podrá el equipo francés llegar a la altura de esta competición en los próximos años? Será cuestión de tiempo y trabajo, aunque de lo último hay un buen perfil.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP, AP


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