Fútbol de Primera: El mayor clásico del domingo
Hace treinta años nació un programa que marcó época. Fútbol de Primera definió, desde Argentina y como ejemplo para el resto de América Latina, la pauta de cómo resumir por televisión una jornada de fin de semana: la conjugación perfecta de relatos, música, imágenes y emociones.
Evangelos Odysseas Papathanassiou es el nombre completo de uno de los precursores más importantes de la música electrónica y el rock ambiental. Desde la hoy convulsionada Grecia, la influencia cultural de Vangelis -su nombre artístico- ha sido tan importante para su género que hasta un asteroide ha sido bautizado con su nombre por la Unión Astronómica Internacional.
Sin embargo, el trabajo de Vangelis es también mundialmente conocido gracias al fútbol. De hecho, tuvo el privilegio de ser el encargado de componer el himno oficial del Mundial Corea-Japón 2002, el último antes de que Shakira irrumpiera como monopolizadora de las canciones oficiales de la competición y opacara a cualquier otra melodía -en 2002 la canción oficial, Boom, fue entonada por la estadounidense Anastacia, y su recordación está por debajo de la de la composición de Vangelis-.
Pero lo irónico es que aquella no es la tonada futbolística más conocida del músico griego: a nivel latinoamericano, sin duda, cualquier hincha que pase los treinta identificará a la música de la banda sonora de la película Blade Runner, compuesta por Vangelis, como el himno del fútbol argentino. El himno de Fútbol de Primera (video 1).
Lo que comenzó a venir
Desde 1983 los domingos por la noche en el fútbol argentino ya permitían ver un resumen de la jornada de la Primera División de la AFA a través del programa Todos Los Goles, que se emitía por la señal de canal 9 (Libertad). En él, Fernando Niembro, Marcelo Araujo, Julio Ricardo -luego reemplazado por Adrián Paenza- y Dante Zavatarelli, repasaban los tantos anotados en los diez partidos de la jornada.
Sin embargo, en 1985 una idea de Carlos Ávila -como rezaba el lema del programa-, padre de una criatura llamada Torneos y Competencias que comenzaba a gestarse, irrumpió en las pantallas de canal 7 (ATC, televisora del estado argentino y hoy reconvertida en la Televisión Pública): era Fútbol de Primera, una propuesta mucho más viva y cercana a los protagonistas del juego. Ávila, nacido en Paraguay e hijo de una modesta mujer que trabajó por años como empleada doméstica en los barrios más acomodados de Buenos Aires, creció rodeado de riqueza ajena y construyó la suya propia a través de sus estudios de publicidad: en un viaje a Estados Unidos, conoció a Mark McCormack, creador de IMG, la mayor corporación de contenidos deportivos del mundo y matriz, entre otras marcas, de la afamada ESPN. Y con ese concepto volvió a Argentina para convertir al fútbol, la pasión más importante de ese país, en un producto apasionantemente rentable.
Fútbol de Primera se lanzó con la conducción de quien siempre fue el estandarte del programa: Enrique Macaya Márquez. "Señoras y señores, muy buenas noches. Vuelve el fútbol el campeonato de Primera Sión... de Primera División, perdón", fue el enunciado inicial -con impecable terno blanco y lapsus incluido- del hoy venerable periodista argentino la histórica noche del 4 de agosto de 1985 (video 2). Macaya, quien desde Suecia 1958 ha estado presente en todos los mundiales de fútbol, comentaba en estudios las incidencias de la jornada y presentaba los compactos de los partidos en la voz de narradores como Horacio Aiello, Oscar Gañete Blasco y Mauro Viale, nombre artístico de Mauricio Goldfarb, quien desde finales de los setenta se desempeñaba como relator en ATC y que acabó siendo el encargado de relatar el cotejo principal de la jornada, conocido como el "clásico del domingo".
Aunque al comienzo Fútbol de Primera emitía solo los compactos de tres partidos, progresivamente fue incorporando imágenes y narraciones de los demás, que no se emitían por las televisoras argentinas. De ese modo generó una expectativa y estilo propios que acabaron por cerrarle el paso a Todos Los Goles, que fue levantado del aire en 1987 por canal 9; de hecho, esta última televisora acordó con Torneos y Competencias la incorporación de Fútbol de Primera a sus pantallas desde 1989. Ya para entonces, el programa -que en el Perú podía ser visto en diferido por RTP, el nombre que por entonces tenía el canal del Estado- había quedado como dueño absoluto del horario de los domingos a las 22:00, lo que simbólicamente marcó el inicio de un monopolio.
Lo que vino con todo
Con el pase a canal 9, Mauro Viale dejó los relatos en Fútbol de Primera puesto que él tenía otros programas en ATC -que lo acabaron alejando del periodismo deportivo-. Su lugar fue ocupado por Lázaro Martín Silberman, universalmente conocido como Marcelo Araujo, quien le ganó el casting a nadie menos que Marcelo Tinelli. El narrador de ascendencia judía se sumó a la conducción del programa también en estudios y sus relatos marcaron un sello en el programa por su controvertido estilo, considerado excesivamente informal para los estándares de la exigente audiencia argentina. Sus frases ("estoy crazy Macaya" o "la tiró a la mérde" cuando un jugador erraba un penal, que en contextos como el peruano pasarían hasta por cultas), en cualquier caso, generaron un estilo distintivo para el programa, además de contrastar perfectamente con el lacónico y clásico estilo de Macaya Márquez, a quien llamaba cariñosamente "Tátele".
Para 1991, Torneos y Competencias se hizo dueño en exclusiva de los derechos de televisación del fútbol argentino en todas sus categorías a través de un contrato de largo plazo con la AFA. De ese modo, Fútbol de Primera pudo generar un diferencial inmenso que elevó su rating a niveles estables cercanos a los 20 puntos: los goles de los diez cotejos disputados en las jornadas de la Primera División argentina no eran emitibles por ningún canal hasta que el programa de los domingos por la noche hubiera salido al aire. Así, los goles llegaban acompañados de los relatos de los cotejos que se habían emitido en vivo por cable, lo que resultaba muy potente como herramienta promocional para este servicio; uno de los más célebres de la época es el tanto que el rústico zaguero Luis Medero le marcó a finales de 1992 a Platense tras llevarse a todo el equipo rival, en el que Marcelo Araujo amenazó "si lo hacés me voy". Tras la anotación, efectivamente el relator dejó su puesto y la narración debió ser completada por Walter Nelson, quien hasta entonces se desempeñaba como reportero de cancha (video 3).
Junto a este punto de quiebre, llegó otro marcado por el traslado del programa a la señal de canal 13 (El Trece), en una movida que según ha contado el periodista Ernesto Cherquis Bialo estuvo destinada primero a llevarlo a las pantallas de Telefé, operación que se frustró pues la emergencia de Marcelo Tinelli y Videomatch opacaron la intención de que dicho canal se volcara al fútbol. Al final, el 13 terminó siendo socio estratégico de Carlos Ávila en el negocio fútbol, que alcanzó una estructura estable: un partido los viernes a las 21:00 por señal cerrada (con un equipo grande como local), otro los sábados a las 21:00 en el interior de Argentina por señal abierta (por lo general con Boca o River como visitantes), el grueso de la jornada con seis cotejos simultáneos el domingo a las 16:00 por señal decodificada, el clásico principal los domingos a las 18:10 por señal cerrada y el cotejo que complementaba la fecha el lunes a las 21:00 también por señal decodificada, a la que accedía el aficionado que compraba el paquete del equipo del cual era hincha.
En 1994, el programa incorporó como tercer conductor a Adrián Paenza. Junto al también matemático de profesión se sumó un personaje animado llamado Hueso, dibujado con look rastafari, que participaba con la voz en off de Gonzalo Bonadeo -hoy conductor del conocido Estudio Fútbol- y con el que se produjo una de las anécdotas más increíbles de la historia de Fútbol de Primera. En diciembre de 1995, luego de que San Lorenzo hubiera perdido la opción al título tras caer 0-2 ante Vélez en el 'Nuevo Gasómetro', Hueso preguntó a los tres conductores: "¿Saben cómo le dicen a San Lorenzo?". Ante la inquietud del trío, el personaje respondió "Paty (hamburguesa), porque en la cancha se vendieron más que los panchos (sánguches de hot dog)" (video 4). La ocurrencia generó sonrisas tímidas, pero también el reclamo de los jugadores azulgranas, que encabezados por Oscar Ruggeri -a la sazón panelista del Equipo de Primera, otro programa de Torneos y Competencias- fueron a canal 13 a encarar al muñeco -entiéndase como se quiera y acabaron revelándole a la opinión pública que Bonadeo hacía la locución-. La situación terminó con ellos haciendo su descargo al aire y generando una desavencencia entre Araujo y Macaya, por un lado -ambos se pusieron del lado de los jugadores- y Paenza por el otro -pues él defendió a Hueso-. ¿El resultado? Para 1996, tanto Paenza como Hueso quedaron desafectados de Fútbol de Primera.
No obstante, eso no afectó en absoluto el brillo del programa, que tenía muchas otras voces participantes a través de los relatos de los partidos a cargo del staff de Torneos y Competencias. La dupla secundaria más conocida -encargada por lo general del segundo cotejo en relevancia de la fecha- era la que conformaban Walter Nelson (con su famoso "ta-tan-ta-tán") y Alejandro Fabbri; relatores como Juan Manuel 'Bambino' Pons, Pablo Bari o Gustavo Cima comenzaron a hacer sus apariciones en los cotejos de menor trascendencia, junto a un amplio espectro de comentaristas. Cabe señalar que el partido de los sábados, que se emitía por señal abierta, salía por televisión con relatos de la dupla formada por Mariano Closs y Fernando Niembro; pero en Fútbol de Primera la locución de ambos -quienes pertenecían a Telefé- era superpuesta por comentarios en off de Araujo y Macaya.
Lo que dejó de venir
Así, para el cambio de siglo, Fútbol de Primera era un programa muy consolidado. Con la irrupción desde mediados de los noventa de Fox Sports Americas, canal producido en Buenos Aires, su exposición internacional se había multiplicado sideralmente. En el Perú, por ejemplo, el programa podía verse en vivo a las 20:00 (diferencia de dos horas respecto de Argentina) y forzaba a los programas dominicales de fútbol local a ocupar el horario de las 22:00 para no chocar.
La producción, además, había alcanzado un nivel de realización altísimo. La participación de futbolistas en las secuencias que presentaban cada bloque del programa y de las bandas musicales de moda como cortinas previas a cada jornada, por lo general seleccionadas de modo muy temático, generaban una experiencia televisiva muy potente. Además, con diecisiete cámaras dispuestas en el campo, cualquier detalle del juego era convertible en show. En 2003, en un clásico Racing - Independiente, por ejemplo, Fútbol de Primera captó el duelo verbal de los hermanos Milito: Gabriel, capitán del 'Rojo' de Avellaneda, insultó de los pies a la cabeza a su hermano Diego, ariete de la 'Academia', con mentada de madre y pedido de tarjeta roja incluida. Por la noche, el programa los tuvo a ambos presentando la escena en vivo.
Momentos como ese están recopilados en el fantástico especial por los 20 años de Fútbol de Primera, cumplidos en 2005 (video 5). Pero para entonces, el ciclo ya contaba con una baja significativa. Marcelo Araujo había dejado Torneos y Competencias en 2004, producto de una discusión que trascendió se originó por la pretensión de la productora de reducirle el sueldo a la mitad y acabó en un juicio. Su lugar fue ocupado por el 'Pollo' Sebastián Vignolo, quien emergió como nuevo narrador de los partidos principales y complemento joven de Macaya Márquez en estudios. La calidad no decayó, pero la propuesta sí cambió notoriamente: en 2006 se añadió al panel a Juan Pablo Varsky, en aras de marcar la renovación. Los cambios políticos en Argentina también influyeron desde lo empresarial: para 2006, Carlos Ávila completó su plan de retiro y vendió casi todas las acciones de su empresa, en previsión de lo que vendría luego.
En 2009, como es ampliamente conocido, el gobierno argentino estatizó la televisación del fútbol a través de una oferta económica que facultó a la AFA a romper el contrato que mantenía con Torneos y Competencias. El surgimiento del Fútbol Para Todos tuvo un efecto directo desde el inicio del Apertura 2009, en agosto de ese año: minó la competitividad de Fútbol de Primera, que ya no poseía la exclusividad de los goles y vio cómo su rating, que había caído por debajo de los dos dígitos ya desde 2008 -afectado por la masificación del cable en hogares y bares argentinos y el auge del Internet, que al traer información en tiempo real hacía que muchas personas que antes esperaban a los domingos por la noche para enterarse de los resultados de la jornada ya no tuvieran esa espectativa-, acabó por derrumbarse a simas insospechadas. Se intentaron medidas extremas como engrosar el panel e incorporar figuras como la de Fernando Niembro, pero fue en vano: las cifras desnudaron que el principal activo del programa, más allá de los nombres, videos y músicas, era el que aportaban los goles.
Así, el 13 de diciembre de 2009 se emitió por última vez Fútbol de Primera. No hubo despedida: quizá simbólicamente se había dado mediante su antológico especial por los mil programas transmitido un año antes, en 2008 (video 6). Aunque Fox Sports 2 revivió el nombre del programa para rotular un enlatado de compactos que emite solo para el mercado internacional los martes con los cotejos del fútbol argentino, el mito no existe más. Fue el final de un ciclo que le enseñó a América Latina -y hasta a China, donde se llegó a sindicar el programa- cómo había que producir un resumen de fecha los domingos por la noche. Y que los que evocamos con añoranza esas épocas en que el fútbol era más una voz o una imagen que un post o un tuit recordamos como una cita placentera con lo que viene, lo que viene en Fútbol de Primera por canal 13.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: estudiodoberti.com; Videos: Youtube / Usuarios thefran901, matias nicora, twFutbol1, misimagenesretro, estucamp92
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