Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEn el primer domingo sin fútbol de Primera División, DeChalaca remarca algunas razones por las cuales es una medida correcta y adecuada paralizar el Descentralizado durante la disputa de la Copa América.

 Aunque la razón formal para detener el torneo de Primera División en el país mientras se disputa la Copa América es que se facilita a la selección el trabajo con los futbolistas convocados sin perjudicar a los clubes de los que estos proceden, a estas alturas existen razones de mucha mayor fuerza para legitimar una decisión de ese tipo, vinculadas con el valor del producto fútbol. Aunque DeChalaca ya ha explicado varias de ellas en diversas ocasiones, conviene agruparlas en una sola argumentación para refrescar la conciencia y caer en la cuenta de lo muy pertinente que resulta la medida.

PORQUE EL FÚTBOL ES UN ESPECTÁCULO GLOBAL. Está explicado hasta el cansancio que hoy en día el fútbol, a nivel mundial, se convirtió en un producto esencialmente televisivo. Así, la competencia para captar consumidores ya no se da principalmente entre espectáculos locales (para ver cuál convoca más gente al estadio), sino entre aquellos que se ponen en pantalla. Puesto en escena contra un magno torneo internacional como una Copa América, un Mundial y una Champions League, el fútbol peruano es un torneo de evidente menor nivel, no solo por sus taras organizacionales -que los entes que regulan el Descentralizado luchan semana a semana por subsanar-, sino principal e inevitablemente por ritmo de juego.

El fútbol peruano no puede competir con evento de mayor envergadura como la Champions (Foto: AFP)

Se suele argumentar que para el hincha auténtico no existe punto de comparación y que a él le importa su equipo por encima de que a la misma hora se pueda jugar la final de un torneo interplanetario. Es cierto. Pero aunque suene mal, ese "hincha auténtico" es, en términos de mercado, una porción pequeña en el caso peruano al lado del enorme filón de personas que hay por captar para seguir el espectáculo fútbol. Haga el lector el ejercicio en su casa con aquella novia, esposa, mamá o abuela que sabe poco de fútbol pero se engancha a la tele cuando algo de lo que allí ve le parece interesante; pregúntele si entiende mejor el desarrollo de la Copa América o el Apertura. Y así entenderá muy claramente por qué es perjudicial para el espectáculo que se haga competir al fútbol doméstico con un torneo que, por formato y periodicidad, capta atención generalizada.

PORQUE EL NEGOCIO FÚTBOL ES MÁS QUE SOLO TAQUILLAS. Cualquier sistema futbolístico que quiera evolucionar considera ítems en el presupuesto por encima de las taquillas para gobiernar su negocio. Así, por mucho que haya gente que siga yendo al estadio para ver el Descentralizado mientras se juegan otros torneos, es un hecho que para los clubes más importante debe ser el ingreso por televisión; y si bien este no va a cambiar, porque es producto de un contrato anual, en la relación de largo plazo sí resulta conveniente para el cliente (en ese caso, la TV) que el producto por el que paga no mengüe su retorno (léase rating) producto de una competencia insana contra un gran torneo internacional.

Los clubes no deben depender solo de las taquillas (Foto: diario Paladín)

Pero a la vez, el producto fútbol tiene más atributos. ¿Por qué someter al Descentralizado y a los problemas que ya tiene a una comparación absurda e inevitable con torneos más atractivos entre las personas de a pie? Si encima hay diversos críticos dedicados al fútbol que, con desatino y baja capacidad de comprensión del efecto pernicioso que sus comentarios despiertan, se divierten semana a semana lanzando metáforas tontas entre el fútbol local y el internacional, ¿para qué darles más carne de cañón? Sería una irracionalidad empresarial del más grueso calibre. Si un carpintero fabrica una silla con el mejor de sus esfuerzos, ¿la vende en una paradita o se va junto a la tienda de mejoramiento del hogar para ofrecerla? Queda claro, salvo que existan taras poco o nada de comercialización.

PORQUE LAS TAQUILLAS, INCLUSIVE, TAMBIÉN SUFREN. Eso de que "el público igual va al estadio durante los mundiales" es un comentario grisáceo como pocos. Que hechos circunstanciales hayan causado que, por ejemplo, algunos mundiales se hayan jugado en paralelo con instancias definitivas de algunos torneos locales en los que había protagonistas importantes es una cosa muy diferente. Por ejemplo, en las últimas décadas se dio la casual coincidencia de que los mundiales coincidieron con los desenlaces de torneos Apertura en los que justamente peleaban el título los principales equipos del país: en 1998 Universitario, en 2002 Universitario y Alianza y en 2006 Alianza. Pero eran específicamente sus partidos los que captaban gente, y nada más; los demás equipos sí se perjudican seriamente, y hasta los espacios periodísticos dedicados a las coberturas del torneo local se sacrifican porque los medios tienen stock limitado de páginas y de personal, y no pueden sobrellevar una cobertura que exige atender a más partidos.

No siempre se puede recurrir a la asistencia de público como soporte económico (Foto: Ovación digital)

En 2010 ó 2014, en cambio, los mundiales coincidieron con tramos iniciales de torneos: el Descentralizado y el Apertura, respectivamente. Las taquillas cayeron dramáticamente y, como se explicó hace poco, el año pasado se acabó jugando un clásico con poco más de diez mil personas en tribunas inmediatamente luego del Mundial. Y si algún genio retruca en este punto que la solución, entonces, pasa por sincronizar al torneo internacional con la fase definitiva de un torneo local, habrá que responderle al iluminado que use alguna neurona y se dé cuenta de que más ganará sin forzar la absurda coincidencia.

PORQUE PARA MEJORAR EL FÚTBOL HAY QUE SABER PLANIFICAR. Si se quiere que el fútbol peruano mejore, es requisito fundamental que un mínimo de planificación se exija en todos sus ámbitos. Si los clubes no son capaces de saber que deben guardar pan para mayo a partir de sus flujos de caja de inicios de año a fin de estar listos para amortiguar el receso, entonces no pueden ser capaces de sostener un desempeño profesional; aceptar que sean dependientes de la taquillita del fin de semana y que no puedan practicar la mínima cultura de ahorro es muy subdesarrollado.

Mientras se planifiquen las cosas, todo debería salir mejor en el fútbol peruano (Foto: Ovación digital)

En la misma línea, si se quiere diseñar un torneo de manera seria, no se puede pensar que su calendarización asuma algo así como que a la selección nacional le va a ir mal en la Copa América y por tanto el Descentralizado puede reanudarse luego del par de semanas que "seguramente" durará la expectativa por la blanquirroja. Hasta un mono con metralleta entiende que lo serio es ponerse en el peor caso y asumir que, como "casualmente" ocurrió en 2011, el destino podría hacer que Perú termine jugando la Copa América hasta el último día. ¿Vamos a postergar, entonces, el torneo, y más bien virarán las críticas hacia la falta de planificación? Puede que sí, cuando la opinión es un negocio que no busca construir sino solo decir que algo de lo que se hace está mal para generar morbo o polémica. Pero eso es anecdótico o intrascendente al lado de caer en la cuenta, por todos los ángulos, de que este año ha sido un enorme acierto paralizar el Descentralizado durante la Copa América.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Ovación digital, diario Paladín, AFP


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