Fuerza sincera
Tras el desenlace de la Segunda 2015 y el sorteo del fixture, hay una historia que continúa entrampada: la de Unión Fuerza Minera. El equipo fue condicionado -mediante oficio- a participar en este torneo y al final acató la disposición, pero el tiempo le jugó en contra. ¿Igual va a ser sancionado?
El último martes, tras el desarrollo del sorteo del fixture de la Segunda División, en la Videna, se puso punto final a una historia de telenovela entrampada por un sinnúmero de gestiones fallidas o de conocimiento difuso. No obstante, una de ellas parece tener un segundo capítulo, más predecible, pero que aún requiere un desenlace: el caso de Unión Fuerza Minera.
Como se recuerda, el equipo de Putina, tras ser subcampeón de la Copa Perú 2014, optó por quedarse en dicho torneo y no jugar en la Segunda, básicamente porque había una resolución (la 007-2007) que, más allá de ser polémica y absurda, se lo facultaba: el tema de las 15 horas de distancia terrestre. Al final, pese a tener ese aval, la FPF, mediante oficio, obligó a Fuerza Minera a jugar la ADFP-SD, incluso con una posible sanción en caso de qe no acatara tal disposición.
Como ya se sabe, Unión Fuerza Minera no estuvo en el sorteo y, por ende, todo apunta a que se le viene una sanción lapidaria. ¿Pero realmente puede proceder?
Concordancia lógica
La polémica dirigencia de Unión Fuerza Minera, encabezada por Serapio Sucasaire (el presidente del club), en un inicio fue radical con el tema: su deseo siempre fue permanecer en la Copa Perú, básicamente -según refieren fuentes periodísticas desde Puno- por un factor económico que no le parecía rentable con un ejemplo bastante claro en el caso de Alfonso Ugarte, que descartó participar en la Segunda por deudas. Desde luego, la resolución 007-2007 avaló la decisión, motivo por el cual Fuerza Minera procedió a armar el plantel para la temporada 2015, edición en la que aún debe iniciar acciones en la Etapa Provincial, además de perfilar un presupuesto que va escalonado de acuerdo con las instancias del "fútbol macho" que se vayan avanzando.
Hasta allí todo normal. El meollo del asunto se originó hace dos semanas, tras la aparición del oficio de la FPF, firmado por Edwin Oviedo, en el que se obliga a Fuerza Minera a participar en la Segunda División por su condición de subcampeón de la Copa Perú, con el detalle de que se podría ganar una sanción por el hecho de no acatar dicha disposición. Esto, evidentemente, alarmó a la dirigencia del club de Putina, por lo que en el entorno del club se deslizó la posibilidad de cambiar de planes y jugar en la Segunda, más allá de los efectos logísticos que podría acarrear tamaña decisión -no solo para el club, sino también para los organizadores. ¿Pero realmente se podría hacer merecedor el equipo celeste a dicho castigo? En Puno existe mucha preocupación al respecto, aunque el tema está en papeles bastante claro.
Normas son normas
Nadie puede dudar que la voluntad de la FPF, si se la quiere llamar de esa manera, fue radical, autoritaria y está orientada a desterrar las malas costumbres de anteriores gestiones, en este caso puntual para deshacerse de una resolución criticable y que no tiene razón de ser desde un punto de vista meramente deportivo (la de escoger en qué categoría jugar). Sin embargo, el oficio emitido por la Federación es solo un comunicado que no se apoya en ninguna resolución.
En buen cristiano, el elenco puneño, más allá de la presión que tuvo tras el oficio, desde el plano normativo no corre el riesgo de ganarse una sanción que, de acuerdo con la disposición, implica una suspensión de 10 años de toda competencia oficial, incluido el castigo para su plana dirigencial. La resolución 007-2007 (la de las 15 horas de distancia) no ha sido derogada y, por tal razón, más allá de la intención generada en el último documento, se la tiene que respetar. Actuar en contra de ello podría derivar hasta en una denuncia del club puneño a la FPF por abuso de poder, y obviamente si se intenta sancionarlo, hasta podría ganar un juicio por daños y perjuicios. Fuerza Minera, desde luego, tiene documentos emitidos por la Federación en los que se acepta su renuncia y hasta la aceptación para quedarse en el sistema de la Copa Perú. 
De esto, se puede deslizar un punto muy claro: que Agustín Lozano, vicepresidente de la FPF, quien ha tenido mayores apariciones mediáticas en los últimos días sobre este tema, tratando de explicar que si se actuó así es porque sabe al derecho y al revés todas las normas, en realidad ha demostrado no conocer del todo el reglamento que está vigente, más si se trata de una norma que fue promulgada en 2007, año en el que él ya integraba la junta directiva que presidía Manuel Burga.
Actualmente, la preocupación del Unión Fuerza Minera sigue en pie y en medios puneños han declarado agotar todos los recursos para aferrarse a la opción de ir a la Segunda, más allá de los percances logísticos que prácticamente hacen inviable esa opción. Eso sí, el mismo Serapio Sucasaire ya ha declarado que, si en caso no procede su insistencia y el equipo termina siendo sancionado, su dirigencia va a optar por volver al sistema de la Copa Perú, pero potenciando a otro equipo: el Junior Unión Fuerza Minera, su filial, que participa en la Distrital de Quilcapuncu. Con la explicación hecha, esta opción -que refleja otra de las peculiaridades negativas del fútbol peruano, la opción de siempre poder recurrir a una filial- no tendría por qué materializarse y todo apunta a que, más allá del oficio, el equipo de la provincia de San Antonio de Putina en realidad no corre riesgo alguno de ser sancionado en aras de la mal que bien célebre resolución 007-2007.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Deportes AQP, diario Primicia de Huancayo, diario Los Andes de Puno
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