Telenovela con desenlace pendiente
La Segunda División entró a su fase más dramática de cara al arranque de la temporada 2015: la FPF se manifestó con un oficio que muestra firmeza en sus determinaciones, pero a la vez deja en la nebulosa el destino de algunos clubes y la cantidad exacta de participantes.
Si bien la edición 2015 de la Segunda División ya está en cuenta regresiva, su constitución aun no es del todo clara. Más si se considera al oficio 529 de la FPF en el que, con firma del presidente Edwin Oviedo, se establecen algunos puntos que, en realidad, lo único que han generado es incertidumbre. Groso modo, lo que se señala en ese documento es lo siguiente: que el torneo se va a jugar con 14 clubes, incluidos los que están bajo el régimen de licencia temporal; que Atlético Minero no puede mover su localía; que están prohibidos los cambios de denominación y, entre lo más resaltante, que Unión Fuerza Minera es el único que tiene derecho a participar en la Segunda por mérito deportivo, situación que es irrenunciable y, por consiguiente, que Sport Rosario no puede acceder a dicho certamen.
Con todo lo señalado, la FPF termina -para bien- estableciendo firmeza en sus determinaciones, más allá de que no se condiga del todo con algunas resoluciones que ella misma emitió. Pero fuera de ese detalle, y en línea con la alharaca tuitera que se ha dado a estas informaciones tras la aparición del oficio, en realidad hay puntos que ya se sabían y que en su momento fueron explicados por DeChalaca. Por ello, ante tanto mal entendido, es necesario enmarcar algunas preguntas y repuestas para que se entienda bien cuál es el actual panorama de la Segunda División y de los equipos que directa e indirectamente están involucrados.
¿Por qué se está considerando a los clubes con licencia temporal, si en principio había una oposición al respecto de parte de la FPF?
Lo que se listó por meses es que, para la FPF, este era el argumento perfecto para desarticular a la Segunda, más si un sector pretendía darle protagonismo en el ascenso a la Copa Perú. No obstante, lo correcto era actuar de buena fe. Y ello finalmente terminó generando que se acepte a los clubes con licencia. De acuerdo con el oficio remitido por la FPF este 14 de abril, los clubes que están bajo el mencionado régimen (Alianza Universidad, Sport Victoria, Willy Serrato, Carlos A. Mannucci y Comerciantes Unidos) deben continuar en el campeonato básicamente porque aun no ha entrado en vigor el reglamento de licencias (propuesto por la gestión de Manuel Burga) y más si se considera de que ya ha habido equipos que, en esta condición, en cierto modo han sido beneficiados, como Deportivo Municipal, que actualmente está en Primera. Por ello en el oficio la misma FPF señala que el actuar de otra manera habría resultado riesgoso. 
¿Se puede obligar a Unión Fuerza Minera a jugar en la Segunda División?
Si hay que ceñirse a lo escrito, no. Pero mucho más importante que eso es que la FPF por fin se haya puesto los pantalones y, entre líneas, les esté diciendo a los clubes que descarten de plano la opción absurda de elegir en qué categoría jugar. Lo expuesto en el oficio de la FPF, desde luego, tiene mucho que ver con un tema de consenso que se adoptó el 14 de abril, fecha en que está emitido el último documento que, además, se entiende que fue discutido en el directorio del viernes 17. El tema es claro: hubo un cambio de pareceres -con mucha valentía, por cierto- respecto de lo que se estipuló en marzo, cuando la misma FPF emitió una resolución en la que ratificó la muy cuestionable norma de que aquel equipo que se adhiera a la Segunda vía la Copa Perú y que requiera un desplazamiento terrestre mayor a 15 horas puede optar por quedarse en el "fútbol macho". Esto, obviamente, fue en clara referencia al Unión Fuerza Minera y, por consiguiente, por ello le terminó otorgando esa plaza al Sport Rosario. A las claras, hubo una reacción de la FPF para enmendar un error que se viene arrastrando por años y con el que hay que comenzar a acabar: los clubes no pueden elegir en qué categoría jugar.
Por esa razón, ahora el directorio de la FPF prácticamente obliga a Fuerza Minera a actuar en la Segunda, incluso bajo la posibilidad de que el club de Putina se haga merecedor de una sanción si renuncia a dicha categoría. ¿Y Sport Rosario? Si bien la misma FPF le otorgó alas de jugar en la Segunda, ahora su incursión, con el replanteo en el discurso, es bastante complicada. Por esa razón la ADFP-SD emitió este martes 22 un comunicado para que el máximo ente reconsidere su parecer.
Si la FPF se pone fuerte y no cambia de parecer, ¿Unión Fuerza Minera en realidad puede ser sancionado?
Así es. Solo basta apoyarse en el reglamento para entender la magnitud de la posible sanción: "Club que renuncia a una categoría será castigado con 10 años de inhabilitación de todo torneo oficial, incluido sus dirigentes". No obstante, como ya se puede inferir, si la ADFP-SD consigue que la FPF reconsidere su parecer, existiría un entrampamiento, el cual está justamente referido al tema de la distancia y la chance de optar por jugar en Segunda o Copa Perú. Si la FPF considera aun esta opción, entonces no puede obligar a Fuerza Minera a jugar en la Segunda, lo cual tiraría por la borda lo manifestado en su último oficio. En caso contrario, el club de Putina sí se ganaría dicha sanción, pero eso tendría un efecto rebote sobre otros equipos que se explicará a continuación. 
¿Alfonso Ugarte y San Alejandro no habían renunciado también a participar en la Segunda División?
Afirmativo. Y justamente en el caso de ambos también entró a tallar el tema de las 15 horas de distancia, por lo cual no existía ese riesgo de la sanción que ahora sí está sobre la mesa. Si la FPF obliga a Fuerza Minera a jugar en la Segunda y se olvida de dicho acápite, la suerte de Ugarte y San Alejandro está oleada y sacramentada: también tendrían que ser sancionados por 10 años al estar renunciando a una categoría. En cambio, si se admite la opción de la renuncia, por un tema normativo ambos clubes recién podrían jugar en la Copa Perú 2016. ¿Eso también ocurriría con Unión Fuerza Minera? No, porque simplemente prefiere quedarse en su estatus de club de Copa Perú -a diferencia de Ugarte y San Alejandro, que están abandonando un sistema para acoplarse a otro-, por lo cual sí podría intervenir en la actual temporada.
¿Y cómo es el caso de Pacífico?
Antes que por sus argumentos, que sustentan la renuncia a participar a la Segunda División 2015 por considerar que un torneo profesional no puede incluir a equipos que no se han ganado el derecho por méritos deportivos -como aquellos que juegan con licencia temporal-, el caso de Pacífico podría interpretarse tal como el de Unión Fuerza Minera. Es decir, como el de un cuadro renunciante a la categoría, con lo cual debería también recibir la sanción de diez años para competir en cualquier torneo oficial. La diferencia, que obviamente no juega a su favor, es que al equipo de San Martín de Porres no lo podría salvar la excepción de las 15 horas de distancia de viaje, con lo cual su destino parecería bastante claro. Vale aclarar, como mucha gente se interroga, que de acuerdo con sus intereses Pacífico podría seguir participando en la Copa Perú vía su filial, el CSD Pacífico, que marcha puntero en la Liga Distrital de San Martín de Porres y allí podría apuntar sus balas, más todavía si legalmente se trata de otro equipo.
¿La inserción de Sport Rosario, en un primer momento, era formalmente correcta?
Aparentemente sí, y por esa razón la ADFP-SD está haciendo la consulta del caso para realmente saber si la FPF está actuando de forma coherente. En todo caso, lo manifestado por la gente de la Segunda se ciñe a lo concreto: tras la renuncia de Unión Fuerza Minera, lo que correspondía era llenar su lugar con el equipo mejor ubicado en la Copa Perú 2014 -tras el equipo de Putina-. Esta ubicación finalmente recayó en Sport Rosario. que si bien terminó décimo en la edición anterior del "fútbol macho", hizo explícita la voluntad que no tuvieron los equipos ubicados del tercer al octavo lugares (Defensor La Bocana, Sport Águila, Unión Pichanaki, Cristal Tumbes, Sportivo Cariocos, Aurora Chancayllo y Defensor Zarumilla) de adherirse al sistema de la Segunda División.
¿Y por qué se invitó al Santa Rosa?
Sencillo: porque la FPF aprobó en el último oficio que la Segunda División 2015 se juegue con 14 equipos y, a la fecha, solo se tiene a 13 clubes definidos (con la renuncia de Pacífico), que incluso ahora podrían ser 12 si se produce el descarte oficial -casi obvio- de Unión Fuerza Minera y se mantiene el impedimento para Sport Rosario. ¿Y por qué se optó por Santa Rosa de Pucallpa? Porque terminó undécimo en la Copa Perú 2014 y la ADFP-SD simplemente siguió con la línea de completar los cupos con los mejores equipos de aquel torneo de ascenso de acuerdo con el interés de acoplarse -o no- al sistema.
¿Cuál fue la razón para que Atlético Minero no pueda trasladar su localía a Pasco?
Como bien indica la FPF en su oficio 529, el artículo 9 del Reglamento de Aplicación de los Estatutos de la FIFA prohíbe no solo los cambios de sede social, sino también los cambios de nombre y los cambios en la participación financiera para obtener la promoción o descenso. Como se recuerda, Atlético Minero tiene un acuerdo con el Ecosem de Pasco, y la opción de jugar en dicha región era una alternativa, más si la misma ADFP-SD, en una votación en asamblea, aprobó en un primer momento dicha mudanza. Ahora queda claro que esta opción no era posible.
¿Y que va a pasar con el Serrato-Chavelines?
Nada, simplemente porque nunca existió. Su situación es parecida a la de Atlético Minero, aunque en el equipo de Matucana nunca se habló de fusión de nombres, cosa que sí ocurrió apenas Willy Serrato y Sport Chavelines Junior llegaron a un acuerdo por el que la institución de Pacasmayo asumía los derechos del club. Pero como es obvio, esto solo se hacía por un tema netamente comercial. Lo dijo la ADFP-SD en su momento y ahora la FPF lo ratifica en su oficio al citar lo que justamente indica el artículo 9 del Reglamento de Aplicación de los Estatutos de la FIFA: están prohibidas las fusiones y, por tanto, en la Segunda 2015, el equipo seguirá siendo Willy Serrato.
No obstante, hay un detalle más. Si se parte de la lógica, ¿entonces Willy Serrato tampoco va a poder actuar en Pacasmayo, ciudad en la que incluso ya se había hecho una inspección preliminar a su estadio? Sí pues, es cierto, aunque podría haber dos diferencias con el caso de Minero que jugarían a su favor: uno es el caso de la distancia, ya que de Matucana a Pasco hay 232 kilómetros de distancia, mientras que de Chiclayo a Pacasmayo hay 103 kilómetros de trayecto. Sin embargo, el detalle más importante es uno expresado por las bases de la Segunda (tomando como referencia las de 2014, ya que aun no están aprobadas las de esta temporada) acerca de las sedes alternas: todo participante del torneo de ascenso debe tener una sede principal y hasta dos alternas, pero deben ubicarse en la misma región deportiva.
Para efectos de lo señalado, y para beneficio de Willy Serrato, la división hecha por la ADFP-SD considera como Región Norte a Áncash, Cajamarca, La Libertad (allí está Pacasmayo), Lambayeque, Piura y Tumbes. Entonces, si Serrato inscribe al estadio Municipal de Pacasmayo como sede alterna, no tendrá impedimento alguno de jugar en dicho escenario. Caso contrario del que afronta Minero, ya que está en la Región Metropolitana, la cual solo incluye a los departamentos de Lima e Ica y a la provincia constitucional del Callao. No hay forma de que juegue, ni como sede alterna, en el Daniel Alcides Carrión de Cerro de Pasco.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Juan Jesús Llerena y Davidson Arce / DeChalaca.com, Alan Roca / Bravazos Ica, prensa Serrato Chavelines
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