Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comMarcelo Gallardo es un DT pragmático, práctico ante todas las cosas: si bien ilusionó con la vuelta de River Plate a su tradicional jogo bonito, tampoco se ruboriza cuando tiene que variar de estilo. El hincha millonario lo agradece: eliminó a Boca de la Sudamericana.

Ciento nueve días después del debut de Marcelo Gallardo como DT de River Plate ya se puede hablar de un equipo maduro, que se acomoda a lo que quiere su entrenador, y que sabe emplear distintos sistemas y roles de juego. Ante Boca en la Sudamericana quedó muy claro. Si bien al inicio todos los amantes del jogo bonito nos enamoramos con la propuesta inicial del ‘Muñeco’, las lesiones, la seguidilla de partidos y los distintos rivales que aparecieron en el camino hicieron que el otrora ‘10’ millonario tomara decisiones y cambiara el tantas veces manoseado manual de estilos. Y así pudo eliminar al rival de toda la vida de un torneo internacional, lo cual figuraba como una deuda pendiente.

COMPARTE EL ADN. Luego del empate 1-1 con Gimnasia en La Plata, en su estreno como técnico millonario, Gallardo cosechó nueve victorias consecutivas entre el Torneo de Transición, la Copa Argentina y la Sudamericana. El ‘Muñeco’ tenía un equipo base, con Matías Kranevitter como figura, y con la vuelta de dos jugadores postergados por el DT anterior (Ramón Díaz): Rodrigo Mora y Carlos Sánchez. Además, Gallardo siempre apostó por darle minutos a juveniles como Gio Simeone, Lucas Boyé, Sebastián Driussi o Tomás Martínez. El hincha valoraba que el ‘Muñeco’, un hombre de la casa, entendía como pocos el paladar riverplatense. “Cuando sea DT, quiero que mis equipos jueguen como el Barcelona”, dijo antes de retirarse. Y eso se reflejaba en la cancha -salvando las diferencias entre un equipo y otro-.

Pisculichi celebra el único tanto de la semifinal entre River y Boca. El equipo del 'Muñeco' Gallardo clasificó a la final de la Copa Sudamericana 2014 (Foto: EFE)

TRABAJO Y MÁS TRABAJO.
Gallardo, eso sí, no es ningún romántico. Si bien en el escenario ideal priorizará el jogo bonito -con los laterales sumados continuamente al ataque, el volante central como organizador de ataques y los delanteros convertidos en los primeros defensas cuando no se tiene el balón-, sabe que, finalmente, los detalles son los que definen los partidos. Por lo mismo, es capaz de llegar a los entrenamientos a las 8:00 e irse a las 19:00. Analiza el mínimo detalle, tanto de su equipo (principal y reserva) como del rival. Y busca cambiar, para no ser predecible para el rival. Por eso no sorprende que, pese a las lesiones de Balanta, Kranevitter y Cavenaghi, y las citaciones de 'Teo' Gutiérrez o Sánchez a sus respectivas selecciones, pueda seguir peleando por el título de dos campeonatos. La pelota parada es otra de sus armas principales.

DECISIONES, TODO CUESTA. Pelear dos torneos con un plantel corto, y encima con DT nuevo, es casi una utopía. Y eso debe resaltarse en este River. Porque más allá de los 5 partidos sin victorias que sumó -y que cortó ante Boca en la semifinal de vuelta de la Copa Sudamericana-, el 'Millo' nunca dejó de competir. Eso sí, en estos últimos encuentros los cambios fueron más notorios. Como en el clásico de ida, en 'La Bombonera', donde River se olvidó de buscar el protagonismo y encaró el partido con el cuchillo entre los dientes -valga el uso de esta frase cliché-: el equipo de Gallardo salió a pelear y proteger el 0-0, olvidándose del arco rival (teniendo en cuenta, obviamente, que afrontó las ausencias de Mora y Sánchez, dos piezas claves). Y aunque eso no gustó mucho que digamos a sus hinchas, finalmente logró la clasificación a la final. Eso lo respalda.

JUGADA DE AJEDREZ. Más allá del cambio de cara que se vio en La Bombonera, la decisión más cuestionada de Gallardo en estos tres meses y medio es la de mandar a un equipo suplente al 'Cilindro' de Avellaneda en la última jornada del Torneo de Transición. Prácticamente le regaló la punta a Racing Club, que aprovechó el obsequio. Las circunstancias obligaron al ‘Muñeco’ a priorizar entre un torneo y otro, y eligió lo que la mayoría quería: el hincha de River no iba a perdonar una nueva eliminación internacional ante Boca -que le ganó las tres definiciones previas, a eliminación directa, en distintas Copas-. Además, aún faltan dos fechas en el Torneo de Transición, y nada está dicho: a Racing le falta visitar a Rosario Central y recibir a Godoy Cruz, y a River le queda jugar con Banfield (de local) y Quilmes (de visita). En el peor escenario, el 'Millonario' peleará por un título internacional, lo que tanto se reclama en el club -más aún por los continuos éxitos que tuvo Boca con Carlos Bianchi-. Perder el título del Torneo de Transición, eventualmente a manos de Racing, no sería un drama, siempre y cuando se gane la Sudamericana. O quizá ya haya ganado cierto Superclásico aún más importante que eso.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: EFE

 


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