Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comGálvez está obligadísimo a ganarle a Mannucci, ante el que nunca ha perdido en Chimbote, para mantenerse con vida en Segunda División. Cuán bien les vendría que el cuadro carlista le ocurra lo que pasó en 1972: que se olvidara los carnés para visitar el puerto.

José Gálvez ha jugado seis veces contra Carlos A. Mannucci en Chimbote en el fútbol profesional, todas en Primera División. Y en estos tiempos complicados para ella, la franja puede lucir aún un orgullo contra uno de sus más enconados rivales regionales: jamás ha perdido contra el cuadro calista en casa.

De hecho, alguna vez, en 1972, ambos elencos protagonizaron una curiosa anécdota. Fue en tiempos en que los roles andaban invertidos: Gálvez andaba de protagonista y más bien era Mannucci el que peleaba por evitar los fantasmas de una baja que, meses luego, acabó materializándose. Y vivía una crisis interna que llegó a extremos tales como que su delegado se olvidara los carnés antes de jugar un partido decisivo.

Sin olvido ni perdón

Sábado 3 de junio de 1972. Épocas del Chimbote opulento y primer puerto pesquero del mundo, como cantan Los Rumbaney. En el estadio Vivero Forestal, antiguo nombre del Manuel Gómez Arellano, Gálvez recibía a Mannucci con el ánimo de recuperar el liderato de la Zona Provincial Norte del Torneo Regional, certamen previo al Descentralizado -y auspiciado por Petróleos de Perú- que se disputó en esa temporada y que, de hecho, Gálvez acabó campeonando. El elenco trujillano, por su parte, andaba al fondo de la tabla, lo cual en el papel no preocupaba a su DT Óscar Montalvo, quien declaraba a la prensa que por ser un torneo sin efecto sobre el Descentralizado en él "no le importaba sumar triunfos ni puntos".

Gálvez y Mannucci se vuelve a enfrentar, así como en 1972. Contextos distintos y un hecho muy curioso marcó aquel partido (Recorte: diario La Industria de Trujillo)

El cuadro de la franja, dirigido por Miguel Ortega, saltó al campo ese día con Otorino Sartor en el arco; José Arias, Augusto Prado, José Acosta y Roberto 'Tito' Elías en defensa; Roberto Agüero y Reynaldo Barquero en mediocampo, y Alfredo 'Feo' Gonzales, Alfredo Larios, Eduardo Portilla y Mariano Loo en ataque. Por su parte, en el cuadro trujillano Montalvo envió al campo a Juan 'Chupo' Leyva en el pórtico; Marco Márquez, Alva, Luis Herazo y Víctor Corbacho en defensa; Gutiérrez y Manuel Pérez en el mediocampo, y Víctor Yáñez, Percy Guzmán, León y el brasileño Moacyr Pinto en el ataque.

Sin embargo, el partido no comenzó a la hora pactada por un hecho inesperado: los delegados dialogaban en el campo de juego y el duelo no comenzaba. Sucedía algo increíble: los carnés de Mannucci no estaban disponibles y el cotejo no podía, formalmente, conversar. Sin embargo, por la presión de la gente que ya estaba apostada en las tribunas, el árbitro Alfredo Ortega tomó una determinación aun más insólita: que el cotejo comenzara, pero con algunas restricciones para Mannucci.

Con condiciones

Así, para empezar, el juez Ortega hizo que los jugadores carlistas se tomaran una foto todos alineados junto a los jueces de línea. De esa manera, se permitiría que de modo posterior al partido se pudiera hacer contraste entre los carnés y la identidad de cada futbolista. Pero además, impuso dos restricciones más: primero, que los jugadores de Mannucci no podrían ir a vestuarios al final del primer tiempo, sino que deberían quedarse en el campo a fin de evitar suplantaciones. Y que, por la misma razón, el DT Montalvo estaría impedido de hacer cambios durante el cotejo.

La defensa galvista muestra su lamento tras el gol de Pérez (Recorte: diario La Industria de Trujillo)

En tales atípicas condiciones, Mannucci igual dio pelea. Resistió el primer tiempo y tuvo hasta fortuna: a los 39', un centro desde la derecha de Moacyr Pinto exigió a Sartor, quien en su intento de desviar el esférico, lo hizo rebotar en el travesaño. Al volver la pelota al campo, Pérez tomó el rebote y puso el 0-1.

Sin embargo, en el segundo tiempo el cansancio hizo presa de la visita y de eso se percató el otro Ortega, el DT de Gálvez: el guaraní empleó de inmediato los cambios que su rival no podía hacer y sacrificó talento por efectividad. Retiró a Barquero y al 'Perro' Agüero y apostó por Hipólito 'Papi' Estrada y Luis Palomino. El desequilibrio de ambos revirtió la balanza: primero, un pase hacia Portilla generó una falta de Alva que el juez sancionó como penal. Ejecutó 'Tito' Elías e igualó. Y después, cuando el reloj marcaba 75', un tiro libre bien ejecutado por el propio Elías cerró guarismos: 2-1 para Gálvez.

Tras el cotejo, el periodismo trujillano fue durísimo con la falta de organización de su equipo. Tanto como hoy lo es, con razón, la crítica chimbotana por todos los desórdenes que han llevado a Gálvez a la situación en la que está, en la que será necesario más que un olvido de carnés para evitar que la baja agarre carne -de pescado-

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recortes: diario La Industria de Trujillo

 


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