Malos tragos cortos
La absurda polémica por llamar "campeón" o "ganador" a Aurich esconde un problema de fondo: las complicaciones que por su naturaleza generan los torneos cortos. Por lo pronto, la deducción de tres puntos a Cienciano va escondiendo una.
Entre tanta fufulla inservible que abunda en redes sociales, el fin de semana último el título del Torneo Apertura logrado por Juan Aurich condujo a un debate etimológico atípico para el fútbol peruano. Muchos salieron a espetar que al 'Ciclón' se lo llamara "campeón" del certamen pese a ser aquello que la Real Academia de la Lengua Española entiende como tal: "Persona [en su acepción amplia, se entiende] que obtiene la primacía en el campeonato". Tan simple como eso.
El debate no solo ha provenido desde coros que suelen perderse en lo fútil, sino desde las voces más lúcidas que tiene el entorno futbolístico en el país. Así, uno de los más empecinados en la posición ha sido Juan Carlos Oblitas, acaso la persona que DeChalaca más respeta en el fútbol peruano por entenderlo como el mayor aportante a su desarrollo en el último cuarto de siglo. Pero con toda la admiración y cariño que podamos tenerle al 'Ciego', no necesariamente podemos estar de acuerdo con él en todo. Nos parece bizantino estar buscando que las palabras no signifiquen lo que son, pues eso por sí solo no compone lo que parece ser el problema de fondo en este caso: que el aficionado entienda algo que no es.
Mirando con los ojos del 'Ciego'
Aquí creemos, pues, entender cuál es la preocupación -muy atendible y válida- de Oblitas al zanjar una diferenciación: que no se crea que el título de Juan Aurich equivale a uno nacional. Y eso parte de un tema de fondo mayor: las distorsiones que causan los torneos cortos, largamente descritas por DeChalaca y que hasta nos llevaron a enarbolar una campaña abierta en su contra.
Así, mientras en el mundo futbolísticamente civilizado existe un solo campeón de liga por año, en los países que adoptan torneos cortos puede haber dos campeones por año, o tres o, como ahora en el Perú, cuatro. Claro: el quid está en que no todos los títulos valen lo mismo. Es incomparable un campeonato nacional con uno de Apertura u otro de Clausura, o menos con el del Torneo del Inca, que ni siquiera está tan concatenado -aunque en estricto sí- con el resto del sistema. Pero son eso: campeones, así como en la Copa Perú, por ejemplo, un equipo en un mismo año puede ser hasta cinco veces campeón: campeón distrital, campeón provincial, campeón departamental, campeón regional y campeón de toda la Copa Perú, aun cuando para lograr esto último no sea imprescindible que haya obtenido alguno de los logros previos (pues como subcampeón también puede ir clasificando).
Lo que sucede es que, en el espectro del fútbol, no todos los públicos son tan entendidos como el que lee DeChalaca como para entender eso y hacer los distingos del caso. Y a eso, entendemos, apunta la crítica de Oblitas, que en el fondo no es sino, pues, la primera voz de alerta sobre las distorsiones que vamos a comenzar a ver con seguridad en el segundo semestre del año producto de la adopción del formato de torneos cortos. No es un capricho decirlo: es que su misma naturaleza inevitablemente los genera.
Una cortita
Para muestra un botón del que acabamos de percatarnos en la redacción de DeChalaca. La mayoría de tablas de posiciones del Apertura que circulan en medios de comunicación castiga a Cienciano con la pérdida de tres puntos por haber quedado en último lugar del Torneo del Inca. Pero esta deducción, en realidad, no tendría por qué corresponder al Apertura, sino a la tabla acumulada.
Explíquese mejor el tema. Originalmente, las bases del Descentralizado 2014 señalaban lo siguiente en su artículo 9°, referente al Torneo del Inca: "De la totalidad de equipos participantes, los dos equipos que tengan el menor puntaje al finalizar el Torneo, serán penalizados con la deducción de 3 puntos al último y de 1 punto al penúltimo de la Tabla Acumulada, que se computará al inicio del Torneo Descentralizado". Pero el 15 de abril, la ADFP anunció en comunicado de prensa que en coordinación con la FPF había decidido que se suspendiera la deducción de 1 punto al penúltimo del Torneo del Inca, y que que se mantenía solo la deducción de 3 puntos al último.
Así, las bases mandan que a Cienciano se le restaran tres puntos en el acumulado, "pero desde el inicio del torneo Descentralizado", que equivale al Apertura. ¿Esto debe entenderse como que Cienciano debe figurar con tres puntos menos también en la tabla final del Apertura? Textualmente, sí. Pero si esa es la lógica, no se entiende por qué en ese caso la deducción opera de manera doble (sobre el acumulado y también sobre uno de los torneos en particular) y en el caso de una bonificación como la que se otorgará al campeón de Reservas el efecto será solo sobre el acumulado y no sobre un torneo en particular (en ese caso el Clausura).
Seguramente, este tema no pasará de ser una anécdota porque Cienciano no ha peleado el título en el Apertura (sin la resta de tres puntos, pasaría del noveno al sexto lugar). Pero si el 'Papá' hubiera estado en los primeros lugares, habría sin duda causado controversia. Solo un preludio para la serie de pequeñas polémicas que, sin ningún temor a error, van a presentarse de acá a diciembre por efecto de los torneos cortos.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: diario La Industria de Chiclayo, Vanessa Álvarez Sancho
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