Foto: diario La Industria de TrujilloLa clasificación de la Vallejo en la Sudamericana fue la excepción de una semana que cobró importancia por la vergüenza a la que fue expuesta el fútbol peruano tras lo acaecido en Matute. Y también por las eliminaciones -con poca dignidad- de Alianza, Inti Gas y UTC.

 

LECCIÓN TEMERARIA. La Vallejo le regaló la única alegría al fútbol peruano en esta Copa Sudamericana que se estaba malacostumbrando de ver a eliminaciones de clubes locales por doquier. De hecho, el resultado global obtenido en la llave ante Millonarios es el logro más importante en la historia del club. No obstante, tuvo que sufrir para liquidar la historia. Como se dice criollamente, el equipo de Franco Navarro ajustó. Pero porque así lo quiso. Fue incapaz de cerrar la llave con holgura (que lo diga Daniel Chávez, que tuvo una chance enorme para respirar tranquilo) y, tras el descuento embajador, simplemente retrocedió metros y le cedió el protagonismo al rival. Esta receta, más allá que es validable por tratarse de mantener una ventaja, no es la más recomendada. La gente que se trasladó al Mansiche estuvo con el corazón en la mano hasta el segundo final.

ESA PALABRA LLAMADA DIGNIDAD. Todo bien con la clasificación de la Vallejo, ¿pero a alguien le extrañó las actuaciones de los otros representantes peruanos en la Sudamericana? Lo de Alianza fue lamentable (en todo el sentido de la palabra), lo de Inti Gas fue muy manso en Caracas -pero esperable-, y lo de UTC fue más bien displicente, sobre todo porque nominalmente, y por como afrontó su partido ante Deportivo Cali, dejó la sensación de que sí pudo hacer algo más para dar pelea pero simplemente no se lo propuso. Al final, fueron tres eliminaciones que engrosan el desnivel de nuestros equipos en el contexto internacional. Y que escapan al recurrente argumento de que ni el quinto ni el séptimo deberían participar en esta clase de torneos.

ASÍ NO JUEGA PERÚ. Lo que ocurrió el miércoles en el Alejandro Villanueva fue vergonzoso, ridículo y deplorable, pero sobre todo indignante por la imagen en la que se vio envuelto el fútbol peruano a nivel internacional por una puñado de intolerables que creen tener la razón y que, para colmo de males, tienen peso en el entorno. Como bien lo señaló nuestro columnista Jair Villanueva, la violencia organizada sigue haciendo de las suyas, pero no existe una real medida para erradicarla, solo medidas populacheras que más bien desfiguran por completo la imagen que tendría que tener el fútbol. Limpiemos el fútbol de una buena vez.

Foto: diario La Industria de Trujillo

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