Recurso salvavidas
José Gálvez se muda a Casma para fungir como local en los duelos que le quedan en la Segunda. Tal situación se produce por dos razones: recibir un apoyo económico de un inversionista de esa localidad y recaudar mayor cantidad de dinero en taquilla.
La precaria situación económica de Gálvez dejó de ser un secreto desde hace varios meses y ya generó algunas consecuencias: la resta de cuatro puntos por no presentar planillas, además de incumplir con el Safap, y la marcha de algunos jugadores que, con toda la razón, buscan mirar otro horizonte antes de continuar en un lugar en el que solo existe la incertidumbre. Por esta situación, la dirigencia chimbotana, encabezada por William Hernández (el segundo vicepresidente), empezó a requerir ayuda para subsistir en el torneo y, lo más importante, no correrse el riesgo de desaparecer.
Para fortuna galvista, desde hace algunos días hubo un acercamiento de una provincia colindante, precisamente de Casma, para que el equipo pueda trasladarse a esa localidad y fungir de dueño de casa en los partidos que le restan en la Segunda. Desde luego, se tiene entendido que toda esta situación es ideada por un inversionista casmeño con el fin de permitir traer fútbol profesional a una ciudad que jamás ha apreciado encuentros de este nivel. Como se sabe, Casma cuenta con un estadio, el Valeriano López, pero este no se encuentra en buenas condiciones. No obstante, tras recibir el visto bueno de la ADFP-SD para que sea una de las sedes alternas de Gálvez (el otro es el Gómez Arellano, que no está preparada para la práctica), ya se están acelerando los trabajos de remodelación que tendrán que ser en tiempo récord pues el elenco chimbotano jugará allí ante Huaral en la fecha 18.
El estadio Valeriano López cuenta con una capacidad para 3 mil espectadores y, como se prevé, la idea es que dicho recinto pueda estar lleno en los compromisos del Gálvez. De hecho, una de las razones de no continuar actuando en el estadio Manuel Rivera es que en las últimas presentaciones de la 'Franja Chimbotana' no se congregaban más de 500 espectadores y, obviamente, el déficit económico era evidente. De más está decir que el último 15 de agosto el club debió presentar planillas por el mes de junio y no las hizo, razón por la cual en los próximos días se debe proceder con la resta de dos puntos más.
Ante lo último, Gálvez está con la soga al cuello y, si no presenta planillas del mes de julio (su fecha tope es el 30 de agosto), perderá dos puntos más por dicho recurso (por tercera vez) y su descenso será automático. Esto lo saben muy bien en Casma y, por ello, ya existe un compromiso de por medio para salvar a Gálvez: otorgarle al equipo entre 12 a 15 mil soles por partido jugado (fuera de lo que genere en taquilla), además de encargarse de firmar la planilla del equipo de acá para adelante. Eso sí, ya hay una sugerencia que se debe estar por plasmar: reducir la planilla del equipo, que bordea los 40 mil dólares, a 18 mil. ¿El histórico equipo chimbotano estará en condiciones de sobrevivir lejos de su hábitad? Los próximos días van a ser claves para despejar esa interrogante.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Diario de Chimbote
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