Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comSe esperaba que en Brasil pudieran dar el definitivo salto de calidad, pero Corea del Sur y Japón fracasaron estrepitosamente, mostrando una clara involución respecto a otros mundiales. ¿Qué pasó para que mostraran una cara tan pálida en el último Mundial?

 

A pesar de que ninguno de ellos era favorito para quedarse con el primer lugar de su grupo, sí se esperaba que lucharan la clasificación, y que no cayeran de manera tan sencilla frente a rivales a los que en el papel podían llegar a superar. Hablamos de Japón y Corea del Sur, dos selecciones que en Brasil 2014 mostraron una total involución respecto a lo que habían avanzado desde la Copa del Mundo que organizaron juntos en año 2002.

Había background

En 2002, pese a las polémicas, Corea del Sur brilló por todo lo alto en su Mundial (Foto: fifa.com)Para nadie es un secreto que las selecciones de Corea del Sur y Japón experimentaron una constante mejora en tiempos recientes, crecimiento que se vio acentuado con la más que buena participación que ambos registraron en la Copa del Mundo que organizaron de manera conjunta en el 2002.

Es cierto que en el siguiente Mundial ambos quedaron eliminados en la fase de grupos, pero para Sudáfrica 2010 se pudo ver una propuesta mucho más madura de ambos seleccionados. Los dos dejaron de ser las típicas selecciones asiáticas que sufren en lo táctico, y que se destacan únicamente por la velocidad.

Corea del Sur y Japón pasaron de ser equipos agilitos a ser cuadros compactos que contaban con jugadores en algunos de los principales clubes europeos, y no solo por marketing. La muestra más evidente de su crecimiento sostenido se dio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando ambos disputaron la medalla de bronce, con victoria de los surcoreanos.

Involución generacional

Hace 12 años que Japón tuvo su mejor papel en los mundiales, pero no ha logrado reeditar dicha actuación (Foto: fifa.com)Surcoreanos y japoneses fracasaron rotundamente en Brasil 2014, pero lo hicieron por diferentes motivos. En el caso de Corea del Sur, intentaron emprender el recambio generacional al apostar por la base de la selección Sub-23 que logró la medalla de bronce en Londres 2012. Para esto nombraron como entrenador a un histórico como Hong Myung-Bo, quién había liderado a aquella selección en territorio británico.

Con Hong -Myung-Bo al mando, Corea del Sur dejó de apostar por experimentados como Park Ji-Sung, Lee Young-Pyo o Cha Du-Ri, para dar paso a una nueva camada que no ha podido dar el salto de calidad que tenían los mencionados, y que llevó a que los surcoreanos se transformaran en un equipo poderoso.

Hoy en día, ninguno de sus seleccionados alterna en un club de primer orden europeo, lo que le ha restado peso a la hora de enfrentar a rivales con mucha más experiencia como Bélgica y Argelia, que lo superaron en todas las líneas del campo. La idea de Hong Myung-Bo de tener un equipo ágil, que presione constantemente y que traslade rápidamente el balón no se pudo plasmar, y la experiencia en Brasil desembocó en una eliminación que decepcionó a muchos por la pobreza de su propuesta.

Se hicieron harakiri

Corea del Sur retrocedió muchos pasos en Brasil 2014 tomando en cuenta lo hecho en anteriores mundiales (Foto: AFP)El caso japonés es un poco más grave porque se paseó en la eliminatoria asiática, pero no pudo replicar esto en una Copa del Mundo en la que también dejaron al desnudo algunas falencias que le costaron la clasificación.

La principal diferencia con Corea del Sur radica en que Japón sí cuenta con figuras que forman parte de algunos de los principales clubes del Mundo. Aquí la involución no viene por algún recambio generacional que se esté emprendiendo, sino por la falta de consistencia en lo que han buscado los nipones a lo largo de estos últimos años al haber pasado por entrenadores que no llevan una misma línea de trabajo.

Japón ha pasado de un entrenador de la escuela brasileña como Zico a otro como Alberto Zaccheroni, con Takeshi Okada en medio de ambos dirigiendo en el Mundial de Sudáfrica con relativo suceso porque el juego japonés resultó efectivo, quedándose a un paso de clasificar a unos históricos cuartos de final. En Brasil, la propuesta de Zaccheroni no funcionó, y en muchos casos se pudo ver a un cuadro japonés que parecía no entender del todo lo que su entrenador intentaba plasmar en el terreno de juego. La consecuencia fue una temprana eliminación que le costó el puesto a su entrenador y que puede significar un punto de quiebre para el fútbol japonés por la falta de consistencia que existe para con los proyectos.

Panorama entre sombras

Japón cerró su grupo con apenas un punto cuando se esperaba que pudiera luchar por avanzar a octavos de final (Foto: AFP)Como se ha podido apreciar, los casos de Corea del Sur y de Japón son completamente distintos. Ambos han mostrado una evidente involución cuando se esperaba que en este Mundial le mostraran al mundo que el fútbol asiático había sufrido una evolución en todos los aspectos.

Los motivos del fracaso han sido, principalmente, la falta de peso por un recambio generacional poco exitoso en el caso de los surcoreanos, y la nula consistencia en una idea de juego que han tenido los japoneses en los últimos años.

El futuro no se vislumbra con demasiados éxitos a nivel global por el hecho de que hoy en día Corea del Sur no cuenta con un jugador que tenga madera de crack para dar el gran salto, mientras que Japón ahora ha contratado al ‘Vasco’ Aguirre como nuevo entrenador, en una nueva muestra de que no saben lo que quieren. A esto hay que sumarle que pronto también deberán emprender el recambio generacional. El panorama, como se ve, no es nada prometedor para ambas selecciones.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: fifa.com, AFP

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