Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl goleador histórico de los Mundiales llegó a Brasil con dos misiones: levantar la Copa del Mundo y romper el récord de Ronaldo. El hombre condenado a mirar a los campeones desde abajo por fin pudo tener toda la alegría. Elogio del trabajo.


Minuto 69 del encuentro entre Alemania y Ghana. Los africanos han volteado el partido hace siete minutos. Alemania necesita al menos el empate para seguir siendo favorito en la carrera del primer lugar. Joachim Low mira su banca y manda a Bastian Schwensteiger y Miroslav Klose. El primero para controlar el mediocampo y el segundo para que haga un gol. Así de simple. No quiere fijar centrales, no quiere darle sentido a pelotas aéreas, no quiere una presión más alta ni a un atacante más asociativo. Low quiere el gol que es sinónimo de Klose en los Mundiales. Un minuto despúes -¡un minuto despúes!- el hombre de origen polaco paga con creces la confiaza de su entrenador y empuja un balón cabeceado por Benedikt Howedes. Son los 15 de Miroslav.

Klose llegaba a Brasil 2014 con la consigna de romper el record (Foto: Reuters)Los alemanes celebran, los ghaneses se lamentan y existe una sensación de frustración por parte de algunos miembros del planeta futbolístico. ¿Por qué? Klose ha alcanzado a Ronaldo, el gordo carismático que tenía dos detonadores en vez de pies. El mejor delantero para los sub 25 y un delanterazo para aquellos que también tuvieron el lujo de ver a otros históricos. Klose no tiene el carisma de Ronaldo ni su magia. No tiene su habilidad, hay que ser sinceros. Probablemente Miroslav se fracturaría una rodilla intentando hacer lo que el ‘Fenómeno’ hacía en un metro cuadrado. Pero lo ha alcanzado. Y en un par de semanas lo pasará para convertirse en el goleador histórico de los Mundiales. ¿Mucho premio? Difícil. Intentaremos explicar por qué.

El mito hecho hombre

El 1 de junio de 2002 Miroslav Klose se presentó ante el mundo con tres cabezazos. El delantero era un nombre poco reconocible en la lista que Rudi Voller armó para Corea-Japón 2002. 24 años, cuatro temporadas en primera, 82 partidos y 27 goles. Cifras que no llevaban a nadie a emocionarse con la inclusión del jugador del Kairserslautern en la convocatoria. Sin embargo, a Voller lo habían convencido las actuaciones del delantero en los amistosos previos a la cita mundialista. Klose ya había anotado dos goles en 2001 –importantísimos en Eliminatorias- con la camiseta de la Mannschaft, pero se destapó ante Israel y Austria con un triplete en cada partido. Esas actuaciones fueron suficientes para convencer a Voller que tenía algo especial entre manos, 

Dos goles más de cabeza ante Irlanda y Camerún lo dejaron con cinco en total en ese Mundial. Sin embargo, no marcó ante Paraguay, Estados Unidos, Corea del Sur ni Brasil. Los gurús del fútbol de aquella época lo menospreciaron con una frase muy repetida los siguientes años: “Es solo un buen cabeceador”. Con la cabeza baja y el amargo segundo puesto, Klose regresó a la Bundesliga para comenzar una tendencia que se repetiría en los siguientes años. Al quedarse en equipos poco mediáticos y no tener actuaciones espectaculares, los aficionados casuales siempre lo perdieron del radar en aquellos cuatro años entre Mundiales.

Su gol ante Ghana le daba la oportunidad de alcanzar a Ronaldo. Lo bueno llegaría después (Foto: Reuters)Entre el Kaislerslautern y el Bremen consiguió 73 goles en 150 partidos. Cifra poco despreciable, pero no de un killer letal. Es más, salvo ese promedio con una altísima temporada en la 2005/06 donde consiguió 31 goles en 40 partidos. Los años anteriores habían sido promedio. Aun así llegó como delantero titular al Mundial en su país y volvió a conseguir cinco goles. Esta vez fue más versátil: tres de derecha, uno de izquierda y otro de cabeza. Todos en el área. Fue goleador de aquel Mundial, pero tuvo que conformarse con el tercer puesto.

‘Miro’ salió del Mundial con 28 años y 10 goles en Mundiales. Sabía que a Sudáfrica llegaría con 32 años, con su mejor época en el fútbol ya en el pasado. 59 goles en 166 partidos con las camisetas del Werder Bremen y Bayern Munich. Klose empeoraba sus cifras, pero aun así Joachim Low lo consideraba parte vital del equipo. Y no lo defraudó. Cuatro goles para Miroslav y otra medalla de bronce para Alemania. Con 14, Klose ya era una amenaza para Ronaldo y los fans del ‘Fenómeno’ comenzaron a despotricar contra el alemán argumentando que un futbolista de tan poca calidad no podía superar a un monstruo como lo había sido Ronaldo. No podían estar más equivocados.

La tendencia ya era clara. ‘Miro’ no hacía mucha bulla cuando se ponía la camiseta de su club, pero se transformaba con la de la Mannschaft y cuando estaba en una Copa del Mundo. Cuando jugaba con el escudo del Kaiserslautern, Werder Bremen y Bayern Munich, Klose era un delantero peligroso que siempre olía el sitio indicado para anotar. Con Alemania, era una maquina anotadora que era infalible en el área. Y esa fue la razón por la que Voller, Klinsmann y Low siempre confiaron en él como guía en ataque.

Klose hizo historia ante Brasil, pues además del 7-1, logró consagrarse como el goleador histórico de los Mundiales (Foto: AFP)De esa manera Klose fue cimentando su leyenda en Alemania. Ha sido el único en formar parte de todo el proceso de reestructuración del fútbol alemán: subcampeón en 2002 con el último equipo con sello de la “Antigua Alemania”, tercero en 2006 con los indicios del cambio bajo la dirección de Klinsmann, tercero en 2010 con el electrizante equipo de Low y por fin campeón en 2014 con una Alemania madura y respaldada por un proyecto enorme. ‘Miro’ siempre estuvo ahí, resaltando no por su personalidad sino por su capacidad de adaptarse a los grupos y marcar goles en citas importantes.

En 2014 comenzó a batir todos los récords posibles para aquellos que no lo consideraban un futbolista importante: goleador de los Mundiales, goleador histórico de Alemania, segundo futbolista con más apariciones en Mundiales, único futbolista con cuatro semifinales en Mundiales, único futbolista con cuatro medallas mundialistas, único futbolista con 17 victorias en Mundiales.

Los Mundiales no fueron un premio injusto ni un paseo para Klose. Tuvo que esperar hasta los 36 años para recién poder agarrar ese trofeo deseado. Hasta el momento había dado todo de sí para conseguirlo, haciendo lo que mejor sabía hacer: goles. El 13 de julio de 2014, 12 años y 1 mes y 12 días despúes de su primera aparición en Copas del Mundo, Miroslav por fin pudo gritar campeón. El goleador histórico de los Mundiales merecía el título. Y el fútbol tuvo la gentileza de otorgárselo.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP, Reuters


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