Foto: PopperfotoUruguay 1930, Argentina se sacó la espina ante México y lo goleó 6-3. El primer gol del partido fue conseguido a los ocho minutos por un hombre que pronto se convertiría en leyenda: Guillermo Stabile.

 

Uruguay 1930, Argentina se sacó la espina ante México y lo goleó 6-3. El primer gol del partido fue conseguido a los ocho minutos por un hombre que pronto se convertiría en leyenda: Guillermo Stabile.

Argentina prácticamente pasó por encima a México desde que Guillermo Stábile abrió el marcador (Foto: revista Goles)Es conocida la historia del primer encuentro de Argentina. Los gauchos ganaban gracias a un gol de Luis Monti, pero los franceses presionaban para conseguir la victoria. El árbitro de ese encuentro, Almeida Rego, finalizó el partido cuando los europeos atacaban buscando el empate y varios franceses llegaban al arco de Angel Bossio. Luego, se dio cuenta que faltaban más de seis minutos para que el acabe el juego, lo reanudó, pero ya había poco que hacer. Argentina, pues, necesitaba lavarse la cara ante México y además requería los dos puntos. Chile había ganado sus dos partidos y los albicelestes necesitaban ese triunfo ante México para pelear la clasificación con los mapochinos en la siguiente fecha.

Guillermo Stábile no había jugado un minuto ante los franceses. El entonces futbolista de Huracán no era considerado vital por el técnico Francisco Olazar que en el primer partido prefirió alinear a Roberto Cherro. Sin embargo, viendo el rendimiento de su ataque en aquel encuentro, Olazar decidió que era hora de hacer cambios. Entonces, le llegó la oportunidad al delantero de 24 años que en ese entonces militaba en Huracán. Y vaya que no defraudó. México era el saco de boxeo de ese grupo y no resistió el asedio de un equipo altamente superior. A los 8’, la apuesta de Olazar pagó y Guillermo Stábile anotó su primer gol en la historia de los Mundiales y abrió el marcador en el Centenario.

La confianza de aquel gol fue suficiente para que el entonces considerado suplente se ganara el puesto de figura y titular indiscutible. Consiguió marcar de nuevo a los 17’ y a los 80’ para sellar el primer hattrick de un argentino en Copas del Mundo. Luego, sus goles seguirían cayendo hasta llevar a Argentina a la final, la que perdieron en un partidazo ante Uruguay. Ocho goles en cuatro partidos que le valieron el pase al Genoa italiano y el suficiente crédito para retornar años después como técnico argentino y conseguir seis Copas América. Para seguir forjando su leyenda.

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El otro minuto 8: el gol de Milan Dvorak (Checoslovaquia) a Argentina en 1958

Fotos: Popperfoto, revista Goles

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