Foto: diario La Industria de ChiclayoLa Vallejo ganó de visitante tras nueve fechas y tuvo como gran gestor a Ronald Quinteros: con un tanto del 'Patito' -la figura del partido-, los poetas vencieron 2-3 a Los Caimanes y pisan fuerte en su serie del Torneo del Inca. Los de Puerto Eten desaprovecharon una ocasión de oro.

 

Viernes Santo, un clima apacible y, a decir verdad, pocas ganas de ver fútbol. Al menos esa fue la impresión que dejó el panorama general del estadio Elías Aguirre: apenas asistieron 637 espectadores a un partido que, si bien podia definir muchas cosas en la Serie B del Torneo del Inca (como finalmente ocurrió), parecía ser la peor invitación posible a un evento que atraiga masas. Pero lo concreto es que, amen a los 90 minutos de fútbol que se apreciaron en el sintético chiclayano, la ínfima concurrencia que estuvo presente se puede sentir satisfecha de haber visto in situ un duelo con emociones en todo momento. Y los que no fueron, pues se la perdieron o simplemente alegraron su tarde frente a la TV.

Eso, en resumidas cuentas, fue lo que dejaron Los Caimanes y la Vallejo. Un partido con mucho vértigo y cambiante de principio a fin. Y no es exageración. Más aún si se toma en cuenta que la visita, si se lo habría propuesto con tiempo, pudo ser capaz de haber resuelto la historia en el acto. O en un solo tiempo. Solo basta enumerar las ocasiones que generaron en el arranque para dar cuenta de ello: primera llegada, centro impreciso de Ronald Quinteros; segunda llegada, gol del 'Patito'; y tercera llegada, un ufff de Quinteros que felizmente fue contenido por Martinuzzi. Así de contundente fue el equipo de Franco Navarro, con un jugador -Quinteros- que terminó siendo el arma secreta y ante un rival que no parecía conectar con sus hombres de área.
Los goles de Roberto Jiménez le dieron a Los Caimanes la opción de pelearle el partido hasta el final a la Vallejo, que igual pudo soportar el asedio para sacar los tres puntos (Foto: diario La Industria de Chiclayo)
Los Caimanes, desde luego, se plantó con su característico 3-4-1-2 que constantemente quedó desprotegido en la réplica trujillana (Chiroque puede dar fe de ello con sus continuas trepadas que, sobre todo, dejó a mal traer a Lalopú) y que tuvo como única fortaleza a las insinuaciones de los extremos Rodas y Guevara, ya que la función de Vigneri, en función de enlace, fue intertretada rápidamente por el bloque posterior visitante. La Vallejo, en cambio, no trastocó mucho con el 4-cuadrado-2 que se presentó en Chiclayo y, como ya se dijo, multiplicó fuerzas en función de ataque con los aportes de Chiroque y Quinteros. Además, supo pegar en los arranques: si el 'Patito' vacunó al local en el arranque del partido, Luis Tejada -tras una acción iniciada por Quinteros- puso el segundo en los primeros instantes del complemento.

Si bien la historia parecía resuelta con el 0-2, el partido ganó mayor emotividad en los instantes posteriores. Cardama envió a Vergara y Ovelar con la clara intención de descontar rápido, pero también tomándose licencias defensivas. Y lo logró casi en el acto con un penal bien ejecutado por 'Malingas' Jiménez. Sin embargo, Pando -en acción dudosa de Tejada- cortó las revoluciones de Los Caimanes en apenas un minuto. Y a partir de allí la historia fue otra: Hermoza salió expulsado y generó otra pena máxima, por lo que el partido parecía agarrar forma para el local. Jiménez otra vez disparó bien, esta vez ante el debutante Máximo Rabines, y con el 2-3, a falta de quince minutos, sugirió que el equipo 'Lacoste' iba a hacer la heróica. Pero eso nunca ocurrió: la Vallejo se defendió como pudo y sacó un resultadazo que lo vuelve a encumbrar como candidato en la Serie B del Torneo del Inca. Los Caimanes, si hubiera querido, en este momento estaría en lo más alto de su grupo.

Fotos: diario La Industria de Chiclayo

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