Lecciones del Maestro
Sir Alex Ferguson, quien dictará un curso en la Universidad de Harvard, fue sometido a una investigación académica que abstrajo ocho lecciones de liderazgo que implementó en Manchester United. ¿Cuán complejo puede ser que un DT ejerza la docencia?
Sir Alex Ferguson fue noticia en los últimos días: se convirtió en flamante fichaje de la Universidad de Harvard para dictar un curso del programa “Negocios del Entretenimiento, Medios de Comunicación y Deportes” de la Escuela de Negocios, situación que avala su prestigiosa trayectoria y que lo asocia al éxito en sus veintisiete años como director técnico del Manchester United.
La trayectoria de 'Fergie', qué duda cabe, puede dar respuestas a diversos sometimientos para concluir el fondo y la forma de su célebre labor al frente de uno de los mejores clubes del mundo. De hecho, en una investigación llevada a cabo por Anita Elberse (profesora de Administración de Negocios en la Escuela de Negocios de Harvard) para Harvard Business Review (HBR), se analizaron ocho lecciones de liderazgo que implementó Alex Fergusona lo largo de su carrera como director técnico del Manchester United. Estas son consideradas como los pilares del rotundo éxito que tuvo Sir Alex en el MU en más de un cuarto de siglo. Muchas de ellas pueden ser implementadas en los negocios y hasta en la vida cotidiana. Sus trece campeonatos nacionales y veinticinco trofeos entre domésticos e internacionales lo avalan.
1. Comenzar desde los cimientos. Desde su llegada al club, Ferguson quiso establecer una estructura que le permitiera sostenibilidad de resultados a lo largo del tiempo. Estableció dos centros de alto rendimiento para niños desde los nueve años. Adicionalmente, implementó un equipo de cazatalentos con el fin de reclutar a los jóvenes más prometedores. Así llegaron Ryan Giggs (con solo trece años) David Beckham, Paul Scholes y Gary Neville, entre otros.
2. Atreverse a reconstruir el equipo. Incluso en temporadas exitosas, Ferguson siempre trabajaba en las piezas de recambio. Uno de sus más grandes logros es haber ensamblado varios equipos completamente distintos uno del otro que seguían ganando campeonatos mientras se daban las etapas de transición.
3. Establecer estándares altos y hacer que todos se comprometan con ellos. Ferguson repetía hasta el cansancio a sus jugadores que trabajar duro es un talento en sí mismo. Estableció estándares muy elevados en la preparación del equipo que se complementaban con charlas motivacionales y tácticas de juego. Nunca permitió una mala sesión de entrenamiento. Siempre exigió compromiso y su actitud se volvió contagiosa.
4. Nunca ceder el control. “Si algún jugador afecta la interna del equipo y eso se refleja en el campo, hay que sacarlo”. “Nunca puedes perder el control. Menos cuando tratas con treinta jugadores de elite y millonarios”, dijo alguna vez el escoces. Por eso, no le tembló la mano cuando estrellas como Roy Keane o Ruud van Nistelrooy desafiaron su autoridad.
5. Alinear el mensaje con el momento. Ferguson conoce perfectamente las sutilezas de la crítica y la motivación. Para The Boss, no hay mejor frase que el “bien hecho”. Corto pero simple, sin la necesidad de superlativos; pero de haber errores es necesario precisarlos. Ya sea en el entretiempo o al final del partido. Se debe de hacer de inmediato y no repetirlo más. El jugador sabe recibir el mensaje.
6. Estar preparado para ganar. El United se ha caracterizado en la última década por ganar partidos que iban empatados en el entretiempo e incluso faltando quince minutos para el pitazo final. Esto no tiene nada que ver con la suerte. Ferguson practica y prepara a su equipo tácticamente para encontrar el gol faltando diez o cinco minutos si es necesario. Indica que “los entrenamientos se basan en constantes repeticiones de habilidad y táctica”. Todas las líneas saben cómo arriesgar más de la cuenta, minimizando el margen de error, en búsqueda del gol del triunfo.
7. Confiar en el poder de la observación. Con el paso del tiempo el entrenador se fue distanciando poco a poco de su hábitat natural para convertirse en un observador y según él, esto permite evaluar mejor a los jugadores. Un observador puede introducir cambios en los patrones de entrenamiento. Incluso le ha permitido darse cuenta que un jugador estaba lesionado cuando este decía sentires bien. “Una vez fuera de la burbuja, pudo darme cuenta de mayores detalles. Es la habilidad de ver cosas claves, o mejor dicho, cosas que no pensabas encontrar” dijo alguna vez.
8. Nunca dejar de adaptarse. Es muy importante tener la capacidad de adaptarse a los cambios. Ferguson fue el primero en promover varios jugadores jóvenes al primer equipo. Agrego a su staff especialistas en ciencias del deporte y siguió sus indicaciones implementando vitaminas y dietas especiales en beneficio de la actividad física. Colocó cinturones con sensores de GPS en sus dirigidos para analizar su desempeño tan solo veinte minutos después del final de cada entrenamiento. Fue el primero en llamar a un oftalmólogo para revisar la visión de sus jugadores; contrato a un instructor de yoga para el plantel y, antes de su retiro, instaló un centro médico en el mismo campo de entrenamiento con la finalidad de mantener en reserva y completa discreción alguna lesión, lo cual sería imposible en un hospital público con acceso a la prensa.
Quien probablemente sea el entrenador más ganador en la historia del fútbol no quiso que los hallazgos de HBR se limitaran a la extensión de un documento de investigación, por lo que también acudió a la prestigiosa universidad para dar charlas e interactuar con un salón repleto de alumnos (la mayoría con camisetas de los ‘red devils’) para el curso de Marketing Estratégico en Economía Creativa y, como ya se mencionó, el mes pasado la universidad anunció la contratación de Ferguson como profesoren el programa de Negocios del Entretenimiento, Medios de Comunicación y Deportes.
Lo de Ferguson, pues, es todo un mérito para una labor que suele resultar compleja, pero que puede impulsar a que más entrenadores en el mundo se planteen la posibilidad de ejercer la docencia. Y en todos los contextos, incluido el medio peruano, donde asumir un rol pedagógico es más complicado. ¿Acá tenemos entrenadores capacitados para ello?
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: AFP, harvard.edu
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