Foto: APLuego de ocho años sin títulos, la filosofía de juego de Arsene Wenger parece haber sufrido cierta mutación. El duelo ante el Borussia Dortmund lo ganó sin mostrar un juego vistoso, pero con prioridad en el orden y la efectividad.

 

Ante el Borussia Dortmund, los ‘Gunners’ fueron ampliamente dominados por el cuadro dirigido por Jurgen Klopp, pero les bastó una sola ocasión para vencer al actual subcampeón de la UEFA Champions League, que desperdició varias ante un inmenso Szczesny.

 


 

Cuando puede, Arsenal trata de practicar un buen fútbol, pero cuando las cosas no le salen priorizan el orden para intentar mantener el cero en arco propio. Algo que se ha podido apreciar en algunos partidos de la temporada, y que se vio en el Signal Iduna Park, es que a diferencia de otras campañas con Wenger en el banco, ahora no se hacen problemas en cortar el juego en la mitad de la cancha con jugadores que terminan al filo de la expulsión. Es el caso de Mikel Arteta, que estuvo condicionado desde los 23’, y que precisamente fue expulsado en la victoria 0-2 ante el Crystal Palace por la Premier League, un partido en el que los del norte de Londres resignaron el buen juego en pos de un triunfo.

Los ocho años sin títulos parece que han realizado una revolución en la cabeza de Arsene Wenger. Mientras sea efectivo, este aparente cambio en su filosofía de juego seguirá haciéndose presente en momentos complicados. Por ahora, los resultados lo avalan.

Foto: AP

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