Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comA pocos días de un nuevo Perú - Uruguay por Eliminatorias, recordamos aquella jugada en la que Pablo Bengoechea, actual asistente técnico en la blanquirroja, falló un gol increíble contra nuestra selección en 1997 y cómo pudo cambiar la historia si llegaba a convertirlo.

 

El 10 de setiembre de 1997 se jugó uno de los partidos más recordados de la selección peruana contra Uruguay por Eliminatorias. En aquella oportunidad, Perú se impuso por 2-1 con dos goles increíbles de Roberto Palacios y Germán Carty. Los celestes se pusieron arriba en el marcador al final del primer tiempo con anotación de Álvaro Recoba; el ‘Chino’ estaba en uno de los mejores momentos de su carrera y no desaprovechó un despeje corto de Manuel Marengo (que llegó tras un… ¡lateral!) para poner adelante a los suyos. Fue un gol bastante desmoralizador porque si bien Perú no estaba dándole un baile a los charrúas, sí se notaba una no tan ligera superioridad local en esos 45 minutos.

Sin embargo la historia se estaba guardando una alegría grande, una emoción muy alta para los corazones peruanos en el complemento. Cuando corrían los 57’ iba a iluminarse, en medio de la noche, el pequeño gigante que jugaba con la 10 de Perú: Roberto Palacios. El ‘Chorri’ (que entonces no lloraba a cada rato) recibió la pelota en tres cuartos de cancha pegado a la izquierda, se sacó al primer uruguayo iluso que lo fue a marcar con un juego de piernas demasiado rápido para su comprensión; antes de que le caiga el segundo celeste, que le fue con demasiada parsimonia, quizás confiado en la distancia que había entre el peruano y el arco, Palacios lanzó un remate inolvidable que hasta hoy emociona a los que ven el video y más aún a los que recordamos haber visto el Chorrigolazo en vivo. La pelota fue cortando el viento en una curva que se abría pero que cerró su trayectoria en las redes del arco de Siboldi. Aplausos eternos.

 

 

El segundo gol fue menos técnico; era imposible superar en ese aspecto lo que se acababa de ver, pero para nada menos emotivo porque sucedió tres minutos después. Sacó largo el eterno Balerio  (su marca personal), pivoteó Maestri (su marca personal), la buscó el Chorri con todo el corazón (su marca personal), el rebote lo cabeceó otra vez Maestri (su marca personal) y finalmente Carty marcó de tobillo un gol horrible (su marca personal). La locura se apoderó de todo el Perú, el marcador no se movería más y la selección viajó a Santiago a jugar el siguiente partido con la maleta cargada de ilusión. Iba a regresar vacía, pero esa es otra historia. Lo cierto es que esa noche de miércoles, un país entero se fundió en la alegría por haber derrotado a los siempre complicados uruguayos y por renovar la posibilidad de regresar al Mundial tras 16 años. Sin embargo, el cuento pudo escribirse distinto si una jugada increíble tenía otro desenlace antes de que todo esto ocurriera. La protagonizó uno de los mejores jugadores que tenía esa selección uruguaya, un conocido y respetado nuestro: Pablo Bengoechea.

Así andaba Perú

Ganarle de visita a Venezuela le permitió a Perú llegar con confianza al decisivo encuentro con Uruguay (Recorte: revista Once)La blanquirroja llegó a ese partido contra Uruguay en pleno ascenso. Si bien el crecimiento no presentaba una pendiente como de montaña rusa, era claro que nuestra selección se había asentado en la Eliminatoria. Antes del choque con los orientales, se les había ganado a Bolivia en Lima y a Venezuela en Barinas. Era el mejor momento del equipo de Juan Carlos Oblitas, que se había acomodado ya en un expectante quinto lugar. El cuarto puesto era el que daba pasaje directo al Mundial francés. Recordemos que Perú había empezado muy mal: su moda había sido ocupar el octavo casillero, solamente por encima de Venezuela, que no ganó ningún partido en la competencia.

Luego de una serie de resultados positivos, empezó la recuperación peruana, que llegó a su clímax justo para ese 10 de setiembre. El de la blanquirroja era el último partido de la jornada y se jugó sabiendo que Chile, el rival directo, había caído en su hasta entonces inexpugnable casa frente a Argentina. Si Perú lograba imponerse a los uruguayos, se iba a enfrentarlos allá mismo con una ventaja de tres puntos con solo dos partidos pendientes, incluido ese Clásico del Pacífico.

El 'Maestro' Pablo Bengoechea durante las prácticas que la selección uruguaya realizó en las instalaciones de Sporting Cristal antes de enfrentar a Perú (Recorte: revista Once)Todo esto tenía una importancia grande para el fútbol peruano porque significaba el renacer de su juego, su retorno a los resultados aprobados pues se llevaban diez años sin cosechar prácticamente nada. Luego de pelear palmo a palmo con Argentina la clasificación al Mundial de México 1986, Perú era presa fácil de todos menos de Bolivia y Venezuela, tanto en Eliminatorias como en Copas América. En los procesos clasificatorios a Italia y Estados Unidos, Perú apenas logró un empate y perdió otros nueve partidos. En las Copas América, la historia no había sido mucho mejor salvo un par de excepciones. Ese partido representaba un nuevo génesis del fútbol peruano que, lamentablemente, iría a quedarse trunco. Pero esa es otra historia.

Así cojeaba Uruguay

Los charrúas habían empezado bien la Eliminatoria con el peso de su historia, pero luego empezaron a caer por lo liviano de su presente. Si bien, como ahora, jugaron su clasificación al Mundial como vigentes campeones continentales, sus realidades eran muy diferentes. Aquel equipo ganó la Copa América más que nada por la mística que mágicamente obtiene cuando la juega en su casa. Uruguay es la única selección que ganó la Copa siempre que se jugó en su casa. Cosas del fútbol, así, con esa mentalidad de que los dioses del juego no los iban a traicionar, vencieron a Brasil, campeón del mundo, en la final mediante disparos penales. Fue una sorpresa para cualquier extraño, pero no para los propios uruguayos, quienes siempre tuvieron la convicción de ganar esa Copa América. Así mismo, allá en la República Oriental, se sabía que aquello fue un oasis en medio del desierto: el fútbol uruguayo era una lágrima. 

Bengoechea -a la izquierda- se lamenta luego del empate peruano cuando antes estuvo en sus pies la posibilidad de anotar para Uruguay (Recorte: revista Once)En el nivel de clubes, los resultados se habían extinguido. Y no solo eso, sino que la organización del torneo interno estaba en el fondo, en el pozo más hondo de su historia. No había fondos para nada, los mejores jugadores abandonaban muy temprano el país y esto generaba un bajo nivel de su campeonato y ni siquiera dejaban ganancias interesantes a sus equipos de origen.

Solo en la primera y la octava fechas de la Eliminatoria, Uruguay estuvo en zona de clasificación. Llegó a Lima ocupando la octava casilla, esa que solía ser de Perú, y asustaba más por su historia y su internacionalmente reconocida garra que por su nivel de juego. Encima, tenía ausente a Enzo Francescoli, su máxima figura, por lesión, y tenía un DT de emergencia: el veteranísimo Roque Gastón Máspoli. Era un partido de quiebre, a priori, un punto de inflexión que mandaría al ganador hacia arriba y al otro de nuevo al hoyo. Al final del partido, eso no fue lo que pasó porque Perú ganó y hasta hoy sigue en el purgatorio del fútbol, y Uruguay, desde entonces, se dio el gusto de ir a dos mundiales (memorable del Sudáfrica) y de ganar otra Copa América más. Pero eso es otra historia.

¿Qué pasó, Profesor?

Germán Carty definió la suerte de Perú y Uruguay que al final se fue de Lima con las manos vacías (Recorte: revista Once)Lo que pasó en el partido ya se contó, por más que no sea necesario debido a que todos recordamos ese choque fantástico. Y seguro también recordamos el infortunio, también ya mencionado, de Pablo Bengoechea, quien hacia el minuto 16 del primer tiempo tuvo la posibilidad inmejorable de poner adelante a su selección y cambiar el rumbo del cotejo. Recoba desbordó por izquierda sin que pareciera estorbarle la marca de Marengo, y así largó un fuerte remate al ras que provocó que Balerio diera rebote hacia el medio del área… ¡chica! Solo José Soto llegó a ponerse sobre la línea de gol, pero tapaba menos que una tanga: la ventaja era de Pablo Bengoechea, quien llegaba de frente a la pelota, que había quedado dando botecitos, a menos de metros del arco; el 'Profesor' estaba en aparente absoluto control de la situación. Sin embargo, le ocurrió la desgracia que sabemos: en lugar de tocar la pelota suave a la red, eligió rematar fuerte y mandó la pelota a los puestos de anticuchos que están detrás de la tribuna Sur.

El Perú entero vivió esos segundos como seguramente lo harán los condenados a muerte que van caminando hacia el pago de su culpa. El de aquellos es un momento que dura más, pero esos dos o tres segundos que pasaron entre que Recoba remató y Bengoechea la mandó a una nube y la pelota botó sin dueño dentro de nuestra área se sintieron, más o menos, como 15 años de angustia. Era seguro que el 'Profesor' preparaba la inyección letal, la guillotina que cortaba de raíz cualquier ilusión, pero se portó como un verdugo misericordioso. La mandó a cualquier parte y luego Perú lo mandó de regreso a su país con las manos vacías. ¿Qué habría pasado si el 'Profesor' hubiera anotado ese gol? Esa es otra historia: veamos cómo pudo ser.

Perú no gana el partido

La exposición que José Pereda tuvo en las Eliminatorias le permitió luego irse al fútbol argentino contratado por Boca Juniors (Recorte: revista Once)Ni ganaba ese encuentro y seguro que dejaba de ganar las cosas que se lograron inmediatamente después de esa Eliminatoria. Los primeros perjudicados habrían sido los futbolistas. Recordemos que varios de ellos lograron salir al extranjero por el nombre que ganaron a partir de pelear la clasificación hasta el último minuto. Palacios, Zegarra, Solano, Reynoso, Soto, Olivares y Maestri ya estaban afuera, pero constituían -junto a 'Chemo' del Solar, quien fue separado del grupo- las contadas excepciones de futbolistas peruanos jugando en el extranjero. Solo a partir de tal situación pudieron pegar la partida otros que probablemente se habrían quedado en el Descentralizado sin poder hacer mayor diferencia económica en su carrera. Por ejemplo, el ‘Chino’ Pereda se fue a Boca Juniors y Germán Carty, al fútbol mexicano. Más adelante se dio la diáspora peruana a recia y partió a las costas del mar Egeo una amplísima legión blanquirroja. Toda esa gente no hizo mal las cosas en las ligas a las que llegó y eso permitió que hasta ahora se siga exportando futbolistas, algo que parecía imposible antes de jugar el pase a Francia 98.

Otro punto que se habría afectado pudo haber sido la continuidad del técnico. Juan Carlos Oblitas sufrió una cantidad de ataques insospechados al final de la Eliminatoria por no conseguir la clasificación con un equipo en el que nadie creía. Dos frentes fuertes exigían su revocatoria del equipo nacional, pero esta no se dio justamente porque superó las expectativas. Lamentablemente su proceso no se pudo sostener mucho más tiempo porque los resultados estuvieron por debajo de lo esperado en la Copa América de Paraguay, pero al menos se tuvo la intención de seguir haciendo bien las cosas. El orden perduró un par de años más y de alguna manera ello sirvió para que las bases no fueran tan blandas en lo que siguió.

Uruguay ganaba y nada más

 

Ganaba el partido de todas maneras. Luego de ver la fragilidad emocional de Perú en Santiago, seguramente no habría podido manejar la presión por encontrarse tan temprano abajo en el marcador y con el mazazo del segundo tanto uruguayo, el partido habría terminado a favor de la visita sin mayores complicaciones. Con ello, Uruguay hubiera llegado a los 20 puntos, lo que suponía superar en ese momento a Chile por una unidad. Sin bien contaba con el hándicap de no enfrentarse con esa selección chilena que la superaba largamente -cosa que sí tuvo que hacer Perú-, seguramente ni hubiera podido mantener esa ventaja en las dos fechas que faltaban.

La actualidad de Pablo Bengoechea lo tiene en la selección peruana que debe enfrentar una vez más a Uruguay en un decisivo partido por las Eliminatorias, así como pasó en 1997 con él en la cancha pero como rival (Foto: Miguel Bustamante / Terra Perú)Uruguay jugaba decididamente mal y su siguiente encuentro era con Argentina en Buenos Aires. El líder de la Eliminatoria no iba a regalar su prestigio dándole la mano a su amigo, con una facha tan pobre y dejarse ganar en el Monumental de River (ver video). En el mejor de los casos, para los charrúas, iba a pasar lo mismo que finalmente sucedió: un empate sin goles que dejó intacta la dignidad uruguaya. A la par, Chile le habría encajado los mismos cuatro goles a nuestra selección, Salas le iba a gritar uno de sus goles en la cara al ‘Viejo’ Balerio y varios de los demás jugadores hubieran temblado igual al oír las pifias a nuestro himno. Con esos resultados, Chile habría superado a Uruguay por un punto a falta de un partido y así la celeste le hubiera endilgado diez goles a Ecuador y no los cinco que le hizo en la fecha final, igual los mapochinos iban a Francia porque también habrían goleado a Bolivia sin mayores sobresaltos delante de su gente.

Lo que quedó

La historia ya está escrita y a las luces de lo mostrado líneas arriba, ella no habría cambiado mucho en el mediano plazo. Como vemos, la celeste tampoco habría ido a un al Mundial en el que, en caso de haber superado a Argentina en el citado partido, seguro la iba a pasar muy mal. Chile, con la ofensiva mortal con la que contaba, no pudo ganar un solo partido en un grupo, a priori, no tan duro. Italia, Austria y Camerún  pudieron hacerle mucho daño a Uruguay y para hacer papelones eso habría sido aún más doloroso. Pero no; eso es irse ya muy allá en el mundo de las suposiciones. Es menos alucinante, y más bien objetivo, pensar que Uruguay no llegaba a ningún lado.

Lo bueno es que eso no pasó y al menos quedó un bonito recuerdo de lo que fue esa noche de setiembre. Los que nacimos en la década del ochenta seguro tenemos ese encuentro como uno de los más satisfactorios o emotivos que hemos vivido con la selección. Esperemos que se repita en unos días, que esa sea esta historia, ahora con el querido 'Profesor' Bengoechea de nuestro lado y sonriendo al final del partido.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Foto: Miguel Bustamante / Terra Perú; Recortes: revista Once; Video: Youtube / Usuario sp1873

Comentarios ( 6)add
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escrito por Julio Ricardo , September 02, 2013
la eliminatoria de Francia 98 es sin duda la mas recordada para la generacion "X" ya que estuvimos cerquita del mundial, muy cerquita.
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escrito por Carlos , September 02, 2013
Me parece que la ortografía y grámatica de varios de sus artículos deja que desear pero este sí que se pasó.
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escrito por Richard Salazar Cruz , September 02, 2013
la frase de este articulo seria, esa es otra Historia, los que estamos viviendo en oasis futbolísticos desde el 30 de junio de 1985, en donde si se lucho la clasificación hasta el ultimo minuto, somos nosotros, triunfos aislados, empates y nada mas, incluso ese proceso a Francia fue muy irregular, de ahí Chile volvió a clasificar y Uruguay hasta volvió a ser campeón de América, y esa no es otra Historia, habla del verdadero nivel en el que nos encontramos, espero que le ganemos a Uruguay, eso es lo que todo hincha peruano quiere. Si no volveremos a lo mismo a ver con resignación como por ejemplo Uruguay va otro mundial. Y para terminar si alguna vez superamos a Uruguay con claridad fue en 1981, de ahí puro oasis.
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escrito por Julio esto es humillar , September 03, 2013
disculpenme amigos de dechalaca pero tienen el cinismo de colocar que hubiera pasado si Bengoechea metia ese gol y el partido acababa empatado. En que hubiera cambiado la historia? si aunque hayamos ganado ese partido ante Chile los jugadores practicamente se orinaron en Santiago y chau mundial, es decir ganando o empatando igual estabamos fuera. que ilogico el tema eh.
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escrito por Carlos , September 04, 2013
Mucha gente habla del empate ante Ecuador en Lima y reconoce que esos 2 puntos perdidos fueron los que nos dejaron fuera del Mundial. Sin embargo, nunca he escuchado a nadie comentar el empate de Chile en Venezuela en la fecha 2. Si bien la vinotinto seguía siendo la cenicienta en esa época, los mapochinos tan solo lograron empatar 1-1 con gol en los descuentos. Claramente, si esto no pasaba y Venezuela lograba aguantar y obtener su única victoria de la campaña, el 4-0 en contra no hubiera sido más que una desagradable anécdota en nuestro balompié sin significar la eliminación de Francia 98. Si pueden, sería interesante que hagan un Virtual Replay sobre ese Venezuela-Chile jugado en Barinas el 6 de Junio de 1996.
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escrito por diego , July 07, 2020
bengoechea comenta sobre ese gol en una entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=W_Sdbh-ZhmM
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