Medio vaso lleno
Cristal ya está en la final del Descentralizado y eso es un reflejo de que el trabajo serio siempre tiene recompensas. La planificación rimense se tomó muy en serio este año y, a falta de cinco jornadas, el equipo de Roberto Mosquera puede decir con holgura que está a apenas dos pasos de reencontrarse con la gloria tras siete largas temporadas.
Pero en Cristal el círculo cierra más allá de lo futbolístico. La tarde del sábado en el Gallardo fue confirmatoria en ese sentido: la gran idea de bautizar las tribunas del estadio con nombres de los ídolos del club -forma inteligentísima de poner en valor la historia del equipo y generar identificación- fue coronada con la inauguración de las gradas de Norte pintadas con el nombre de Roberto Palacios y el paseo del 'Chorri' por el Extremo Celeste. Y para prolongar la fiesta, al final del partido Erick Delgado, Jorge Cazulo, Carlos Lobatón y Hernán Rengifo sortearon sus camisetas e interactuaron con el público en beneficio de Adrianito, el niño víctima del mal de piel mariposa por el que se están haciendo cruzadas en los últimos días. Momentos que merecieron un mejor marco, pues las tribunas estuvieron algo raleadas debido a la coyuntura de inseguridad que ha respirado Lima en las últimas horas.
En Cristal, pues, se viven semanas muy felices no solo en la dimensión de equipo, sino en la de institución. En la de una que se ha reencontrado con la grandeza que principalmente tuvo siempre: la de un club de fútbol que es mucho más que once grandes figuras. La del ambiente familiar que alguna vez concibieron y pusieron en práctica los esposos Bentín y que se temió se hubiera perdido para siempre luego de que la matriz de la cervecería que identifica al club cambiara de manos.
Es el descrito, pues, el gran título que ha logrado ya Cristal este 2012: el de haber redescubierto su identidad. Vale felicitar por eso a la directiva que encabeza Felipe Cantuarias. Y en las semanas que vienen, que en La Florida serán de intensas ansias por el embalse de expectativas que despiertan los partidos del 2 y el 9 de diciembre, habrá que cuidar sobre todo algo: que un eventual resbalón en esa final, que es un escenario posible, no eche por la borda todo lo bueno que la institución rimense ya ha conseguido en esta temporada. Hay cómo confiar abajo del puente en que, en uno u otro sentido, eso no ocurrirá.
Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com
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