Hace rato que José Gálvez no tiene chance de meterse en la final, pero sí mantiene posibilidades de llegar a la Libertadores. Igualmente se puede quedar sin Sudamericana.

 

Gálvez pareció desorientado en Chimbote desde el minuto que recibió el primer gol cusqueño (Foto: Carlos Peláez Abrill / Diario de Chimbote)La posición del José Gálvez en la tabla puede ser la más engañosa de todas entre los que juegan el Descentralizado. Salvo Cobresol, que ya conoce el resultado de su participación en el campeonato, los equipos saben exactamente por qué están jugando excepto quizás por el cuadro chimbotano que parece tener colchón sobrado para llegar al menos a la Copa Sudamericana, pero no es así. Se habla de las posibilidades del Aurich de meterse en la final y también de las del Boys de quedarse en Primera. Los chiclayanos tienen la definición ante Cristal a ocho puntos; mientras que Boys, la salvación a once. ¿Cómo anda el Gálvez?

La final es una utopía, ya se dijo, porque los celestes le llevan 17 puntos con solo 24 por jugarse. Pero la Copa Libertadores está ahí, a solo ocho puntitos (los que le faltan al Ciclón para meterse en la definición grande) que bien pudieron ser cinco si no se mandaban la descalabrada de la fecha ante Cienciano en el Manuel Rivera Sánchez. Tal vez no sea el objetivo llegar a la Libertadores, pero si está a tiro de piedra, ¿por qué “regalar” de ese modo el partido ante los imperiales? Por otro lado, si bien a inicios de año estaba para pelear el descenso, Gálvez hace rato que pelea (se siente fijo) por llegar a la Copa Sudamericana. Pues en esa lid que parece tener asegurada, tiene a Sport Huancayo, Melgar y a Inti Gas pisándole los talones. Los ayacuchanos, actualmente fuera de la zona de clasificación, están a solo siete puntos de los galvistas. ¡Y deben un partido! Nada menos que de locales ante el alicaído San Martín.

En Chimbote no hay margen no franja de error. Han sufrido de algunas bajas por lesión, pero no es excusa para un equipo que supo ganarse el reconocimiento de su gente por su capacidad de alejarse de la “Arzuagadependencia”. Demostró que es un equipo y por eso llegó a ocupar por varias semanas el cuarto lugar de la tabla. Ahora, aunque no lo haya notado, la posibilidad de quedarse con las manos vacías lo está amenazando. A no distraerse.

Foto: Carlos Peláez Abrill / Diario de Chimbote

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