Foto: AP El gélido San Petersburgo fue testigo de un partidazo. Con un excluyente Shirokov, Zenit encontró el rumbo y logró remontar el marcador ante un Benfica por 3-2. La llave queda muy abierta para la vuelta.

 

El Capo: ShiroGol

Los dos goles de Roman Shirokov bastaron y sobraron para que sea considerado la figura. Ya desde los primeros minutos se lo veía como la primera opción de peligro desde el medio campo con la que podía contar Spalleti, y en un partido inicialmente esquivo, pudo aparecer a los 27' para cambiar el trámite del juego y a los 88' para desatar la alegría en el gélido -por el clima- escenario ruso.

La clave: A la velocidad de la luz

El momento que desató la locura en San Petersburgo. Transcurrían los 88' y segundo antes 'Tacuara' Cardozo había puesto el 2-2, pero como buen local, Zenit tuvo como jugador número 12: el campo. El mal estado del césped le jugó una mala pasada al Benfica. Maxi Pereira no pudo controlar el balón dentro del área y éste le cayó con precisión a Shirokov, quien no dudó en decretar el 3-2.

El estadio: Una refrigeradora

Mientras en esta parte del planeta disfrutamos de un sol radiante que quema la dermis si no te proteges; por otros lados el frío se hace presente. Las cifras meteorológicas nunca se pusieron de acuerdo, si 22ºC, 18ºC o 9ºC, lo que si quedó claro es que el Stadion Petrovskiy de San Petersburgo se encontró en las peores condiciones para afrontarse este partido; no obstante, se pudo ver un buen partido.

El golazo: Dos tacos, mano

La jugada nació en los pies de Denisov, quien observó al ex Sevilla Aleksandr Kerzhakov. Este último produjo la primera genialidad soltando un taco hacia Vladimir Bystrov que dentro del área asistió al ex internacional ruso, quien con todo el talento y la experiencia, superó a Artur con otro taconazo. Dos tacos en una misma jugada, fenomenal.

El tapadón: Para olvidarse de Malafeev

Pese a que individualmente se mostró irregular, y de hecho le faltó de seguridad, Zhevnov participó en acciones puntuales que pudieron cambiar los números en el partido. El reloj indicaba 37' y Óscar Cardozo recibió un balón en el área y tras sacar el remate, apareció Zhevnov para evitar la caída. Esta fue de tantas donde el paraguayo tuvo que liquidar, pero que no lo hizo.

El duelo: Duro de roer

Bruno Alves se cruzó con medio mundo, aunque un duelo que pudo perdurar fue el que tuvo con Rodrigo. El zaguero central tenía que evitar las incursiones de un Rodrigo que rotaba posición con Cardozo, sin embargo, el portugués que viste de celeste acabó rápido la disputa, mandándolo a descansar -lesionado- en la primera parte, para darle el ingreso a Pablo Aimar.

La frase: Con corazón

"Este ha sido un partido de mucha tensión, nervios. Mis chicos han ganado con el corazón, pero también han mostrado mucha calidad. Creo que en algunos momentos subestimamos nuestra capacidad y eso ayuda a nuestros rivales. Sergei Semak ha marcado un gran gol, pero quiero destacar el inicio de la jugada con Igor Denisov". Luciano Spalleti, DT de Zenit.

El cambiazo: No le quite años a su vida

El ingreso de Sergei Semak por Konstantin Zyryanov en la complementaria fue la variante en que se fundamentó la reacción del cuadro ruso. El '25', habitualmente atacante, tuvo en sus pies el mejor tanto del partido. Razón más que suficiente para fundamentar su presencia y ponerlo como uno de los destacados. 

Kazuki Ito: Sueco sin hueco

El desempeño del quinteto sueco liderado por Jonas Eriksson fue aceptable. Una de las pocas donde pudo ejercer su rigurosidad fue en una jugada sobre los primeros minutos, donde un actitud homicida de Bruno Alves sobre Rodrigo por poco deja muy mal al último. Para esa acción, el sueco sacó la amarilla. Sumada a esa, contabilizó cinco amonestaciones.

Foto: AP

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