Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comEl mejor equipo en términos estadísticos de la Champions habla ruso y no es muy popular. ¿Tiene el Zenit argumentos para que su protagonismo, en algún punto del torneo, compita con el de las goleadas del Bayern o el Barcelona?

 

Son rusos y no solo hablan un idioma más enredado. Principalmente, juegan por la mañana y por eso el común de los latinoamericanos los ve poco o nada, y menos los europeos, que están en camino de regreso de la oficina a esas horas.

Por eso, en silencio, el Zenit de André Villas-Boas hace bulla a su particular manera en esta Champions League. Sí: juega en el grupo teóricamente más débil. Otrosí: la primera fase, en general, es distorsionante. Pero su proyecto existe y cosecha resultados sobre la base de un libreto propio y bien definido. Ni muy ruso ni muy tirado a una corriente particular, como el Shakhtar abrasileñado de Lucescu, por citar otro equipo representativo de la ex Cortina de Hierro. Más bien es una propuesta multicultural, con laterales con más marca que salida como Garay (argentino) y Criscito (italiano), ejes belgas en la columna vertebral con Lombaerts y Witsel y un dúo más alegre con el portugués Danny detrás del brasileño Hulk para mover los hilos arriba.

Sin embargo, ante el Valencia fueron rusos los que gritaron los goles: Shatov y Dzyuba, los hombres que completan el andamiaje ofensivo del único equipo con puntaje perfecto de la Champions League 2015/16. Como para ratificar que en la mixtura radica el éxito y abrir la idea de que el equipo de San Petersburgo podría estar en condiciones de librar la batalla que otros no pueden sostener en esta Champions. Como la Roma diva del Calcio pero irremisiblemente aplastada por el Barcelona, o el Olympiacos temible de visita hasta que se le ocurre sacar un ticket para Münich.
Oleg Shatov abrió el camino del triunfo para Zenit (Foto: AFP)
Esa es la Europa dispareja de estos días: una en la que estos martes y miércoles de primera fase sugieren que a la Champions le sobran varios clubes de los 32, o bien que hay un par superlativamente por encima del resto. En las caminatas de la MSN en el área de la Roma o en el fulbito bávaro -y bárbaro- previo al gol de Müller, cuando una pifia de Douglas Costa acaba convertida en grito de gol, se traducen las diferencias de peso en el Viejo Continente. Que entretienen a los cultores del fútbol individualista y de superhéroes de estos tiempos de Messi y Cristiano, pero que aburren a quienes creemos en la impredictibilidad como principal activo del atractivo del fútbol.

Por eso, el cénit del Zenit llegará solamente cuando se plante en una fase posterior frente a uno de los dos equipos que dan hoy la hora en Europa. No necesariamente cuando les gane: solo cuando les haga frente. En ese punto, quizá el Viejo Continente -y por ósmosis, el planeta fútbol- comience a hablar en ruso. Y el concepto de puntaje perfecto se legitimará y obtendrá los aplausos que por ahora -con algo de injusticia- solo provienen del análisis periférico y no desde las grandes masas.

Orejona a la Música

PORTO AL ABISMO. El disruptor de una jornada reservada para contundencias de grandes fue el Dynamo Kiev, con una victoria a todas luces impensada en Do Dragao. Un penal de Yarmolenko puso al cuadro ucraniano en ventaja sobre el Porto y luego, con un estupendo remate de ese monstruo en ciernes llamado Derlis González y la complicidad de Casillas, se cuajó un 0-2 que pone a los de Julen Lopetegui al borde del abismo: se jugarán todo ante el Chelsea en la fecha final, mientras los de Kiev tienen inmejorable chance de pasar ante el Maccabi Tel Aviv.
El empate de Danijel Milicevic le dio el envión necesario al Gent para voltear la cuenta ante Lyon (Foto: AFP)
GENT DE BIEN. El exequipo de Aldo Olcese fue el otro amenizador una jornada reservada para grandes. En Gerland, le empataba al Lyon en un buen resultado pero que sabía a insuficiencia en la posición en la tabla del Grupo H. Como cambio para hacer tiempo, con el reloj en 90', el técnico Hein Vanhaezebrouck envió al campo al maliense Kalifa Coulibaly, quien tocó el balón dos veces: una para hacer acto de presencia y la otra, a los trompicones, para mandarla adentro y sellar un 1-2 doloroso para el cuadro galo. Ahora, el Gent es segundo y depende de sí mismo para un significativo pase a octavos.

INGLÉS ACELERADO. Ganó el Chelsea por aplastamiento (0-4) en su visita al Maccabi en Haifa y, está dicho, eso le servirá solo para llegar a un duelo de última jornada al todo o nada frente al Porto en Stamford Bridge. Y en el Emirates, otra vez el Arsenal puso primera a ritmo de Alexis y goleó al opaco Dinamo Zagreb, aunque eso le granjee poco de cara a la última jornada, en la que deberá ir al Pireo a jugársela toda ante Olympiacos. Deberá ganar allí por una diferencia de dos goles; con los de Wenger, casi como en la Copa Perú, todo es posible.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP


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