Volanteando
Si algo destaca en los rivales de la final de la Champions League es la importancia que le dan ambos técnicos a la táctica. En esa línea, y tomando en cuenta que son referentes mundiales, vale la pena analizar la zona más importante del campo: la volante.
El Medio
Pep Guardiola ha llevado al Barza a ser el equipo más exitoso de los últimos años y ha conseguir algo difícil en estas épocas tan exigentes: que gane y que guste. La clave de esto está en la técnica que poseen sus jugadores. El juego bonito, el tiqui taca, o simplemente la magia que sale de las botas de sus jugadores más dotados, y los más abanderados de este exquisito juego, tienen nombre propio: Xavi Hernández y Andrés Iniesta.
Si en el 2009 empezaban a deleitar al espectador con una Eurocopa a sus espaldas, hoy ambos cosechan éxitos de mayor magnitud. Iniesta fue el autor del gol que le dio a España su única Copa del Mundo. Pese a que es un volante que promedia menos de 10 goles por temporada, sus virtudes van más por las asistencias y la claridad de su juego. Es indiscutible en el once de Guardiola, aunque a veces su juego se aleja algo del centro. 
El manchego es humilde, tranquilo, correcto, y ese carácter le sirve para no tener presión a la hora de distribuir el balón o meter pases imposibles.
Xavi tiene más presencia ofensiva, y en el 2009 fue la figura de aquella final disputada en Roma. También fue el mejor jugador de la Eurocopa 2008. Con 31 años, su juego ha madurado y Guardiola lo ve como su reemplazante en la cancha, aunque vale decir que Xavi lo supera largamente. El juego del ‘6’ catalán no es tan destructivo sino más técnico, de pases rápidos y de presencia en el área rival gracias a su gran disparo. La eliminatoria ante el Arsenal en los octavos de esta Champions pudo ser remontada gracias a su claridad de juego en momentos de mucha tensión.
Los cerebros blaugranas serán los guionistas del encuentro de mañana, y Ferguson seguramente pondrá a Carrick y al experimentado Giggs para seguirlos todo el partido. Por ellos dos van a empezar los ataques catalanes y de lograr bloquearlos, el Manchester ya habrá ganado un tema clave del partido.
Las bandas
En el otro banco se luce Sir. Alex Ferguson, que con 25 años en el equipo inglés, ha visto pasar centenar de jugadores por las filas de los Diablos Rojos. Desde Cantona, pasando por la letal dupla de DwayneYorke y Andy Cole, o los tiros de falta de Beckham, ha encontrado ahora en las bandas un ataque temible.
Desde la salida de Cristiano Ronaldo -pese a que más jugaba como un segundo delantero y no como extremo como lo hace en el Real Madrid- Ferguson buscó una nueva esencia, algo que le tomó un tiempo. Parecía que Nani sería el reemplazante de CR7, sin embargo la lesión que lo sacó del 2010 y su gambeta innecesaria lo han colocado como un relevo de lujo.
En el esquema de Ferguson -que debería jugar 4-línea-2- las bandas vienen de dos continentes diferentes:
Por la derecha, desde Ecuador: Luis Antonio Valencia. Ya recuperado de su lesión de tibia y peroné que lo alejó seis meses de las canchas. El ‘Tony’ resalta por su velocidad y sus constantes desbordes, aparte de su justa gambeta. Sin embargo, Valencia también cuenta con una gran potencia física y algunos exageran comparándole con Garrincha.
Por la izquierda, desde Corea del Sur: Park Ji Sung. Con 30 años, se ha asentado en este flanco siendo actualmente de los mejores jugadores asiáticos. No tiene mucho gol, pero su movilidad y velocidad lo hacen ser un jugador desequilibrante y difícil de parar. El ex PSV es bastante inteligente y su agilidad mental al momento de regatear. Ferguson suele apostar por él en partidos definitorios así como en la Champions League.
Los desequilibrios por las bandas obligarán a los laterales catalanes a no subir como de costumbre, sobre todo Dani Alves que tiende a pisar mucho el área rival. Arriba esperarán Rooney o Javier ‘Chicharito’ Hernández, y de cansarse alguno, Nani, seguramente tendrá su oportunidad.
Es un partido en el que va a influir lo táctico, la forma como juegan ambos equipos tendrá una difusión mundial. Cada uno sabe por donde es frágil el otro y si bien las individualidades pueden ganar un encuentro, en las finales la presión es máxima y la experiencia es la que termina triunfando.
Fotos: Efe, Reuters
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