Carlos Tévez se metió en el bolsillo a la afición de Manchester y desató un cántico inesperado.

Video: You Tube / Usuario: punkfutbol6899
Foto: dailymail.co.uk

La rivalidad entre argentinos e ingleses se ha convertido en una de las más famosas de la historia universal y deportiva, en buena medida acicateada por la lamentable disputa que sostuvieron ambos países por la soberanía de las Islas Malvinas en los años ochenta.

En el fútbol, el antecedente mayor data de los cuartos de final del Mundial Inglaterra 1966, cuando Antonio Ubaldo Rattin fue expulsado en el cotejo entre gauchos y británicos en Wembley. La actitud beligerante del cuadro argentino fue duramente criticada por el público inglés, y hasta el propio DT Alf Ramsey calificó de “animals” (animales) a los jugadores albicelestes.

Dos años luego, en 1968, los pincharratas del Estudiantes de la Plata visitaban Old Trafford para disputar la final intercontinental contra sus pares del Manchester United -por esos tiempos se jugaba en cotejos de ida y vuelta-. El estadio era una caldera hirviente, la pasión estaba encendida y la afición dispuesta a celebrar; la ventaja conseguida por los argentinos en Buenos Aires (1-0) parecía poco; se presumía una goleada de los red devils, pues muchos de los campeones mundiales del 66’ estaban en el verde. Pero del otro lado, estaban once leones pinchas que brillaban solo por la fama de su fútbol rudo y tosco. Y que, al salir a reconocer el campo 20 minutos antes del partido, se ganaron los gritos de la tribuna: “Animals, animals”, se escuchaba desde las graderías. La historia contaría que un gol de Juan Ramón Verón pondría en ventaja a esos “animals”, y que Manchester no conseguiría empatar hasta el minuto 90 con un tanto de Morgan que, evidentemente, no alcanzó para evitar el título de Estudiantes (ver video).

Carlitos Tévez arrancó ovaciones en Old Trafford (Foto: dailymail.co.uk)Como el fútbol da revanchas, hoy ante el Barcelona el mismo Old Trafford (algo más old), la misma caldera hirviente de 40 años atrás que desató su furia contra esos argentinos, cantó a ritmo de tango “Argentina, Argentina” gracias a un apache llamado Carlitos.

Como argentino que es, Tévez tuvo ciertas dificultades para adaptarse al fútbol inglés debido a un sinnúmero de razones, desde las de su propia conducta personal hasta las derivadas de la ‘Mano de Dios’ de 1986. Sin embargo, gracias a sus goles y fintas, ha sabido ganarse al hincha rojo. Y ante el Barça de su amigo y compatriota Lionel Messi, salió airoso en el duelo personal y fue de los mejores del campo.

Con sus 13 goles en el Manchester, Carlitos se ha convertido en uno de los pocos argentinos exitosos en la Premier League a lo largo del tiempo. Con el inesperado coro de ayer, nuevamente el fútbol sirve de mediador para reducir las diferencias entre países y la isla engendra un nuevo ídolo made in Argentina.

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