Se lo tapó Sant Jordi
Hoy, el portugués Cristiano Ronaldo tuvo al santo de espaldas. Y esto, increíblemente, no es metafórico. En Barcelona se celebró el día de Sant Jordi y el santo catalán se vistió de blaugrana para negarle el grito de gol desde los doce pasos.
Foto: dailymail.co.uk
Quizás lo último que podría haber pasado por la mente de los red devils al salir del túnel hacia el gramado del Camp Nou haya sido conseguir una pena máxima de camarín. Menos por la cabeza de Cristiano Ronaldo, que al zambullirse a cabecear, vio cómo Milito interpuso sus manos de manera cantinflesca en el camino del balón. Sin embargo, cuando el portugués se situó frente a la Adidas estrellada, su frialdad de siempre se convirtió en nervios, nervios de tener ante sí una inmejorable ocasión.
Cristiano Ronaldo,
como tantos otros virtuosos, puede salir airoso de las jugadas más complicadas
y anotar los goles más espectaculares, pero cuando a un crack de su categoría se
la ponen tan fácil, a tan solo doce pasos -algunos dirían a once, porque ese gol ponía al Manchester con un pie en Moscú- la realidad es otra.
Y no es que Ronaldo haya intentado algo extravagante; ha convertido penales similares tanto con el Manchester United como con la selección de su país. Al parecer se encontró con la mitad de un pasaje demasiado barato a Rusia cuando apenas había sudado la camiseta y ocurrió algo honestamente impensado. La mandó ancha para la satisfacción de los más de 98,000 catalanes que pintaron de blaugrana el Camp Nou.
Felizmente para el Manchester, el error no le costó caro en este primer capítulo semifinal. Pero, quién sabe, aquel bendito minuto 3 quede para el recuerdo, y no precisamente de Cristiano Ronaldo. Detrás del arco norte del coloso culé, a la izquierda de Víctor Valdés, estuvo Sant Jordi con la casaquilla número 12 del Barcelona, dejando a la Ciudad Condal respirar al menos 90 minutos más.
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